¿El amor ha cambiado? Todo indica que las parejas ya no se casan para toda la vida y este dato se puede corroborar con el alto índice de divorcios, que además va en aumento.

Mientras que en 2011 había 16 divorcios por cada 100 matrimonios, en 2019 la cifra ya se había duplicado a 32. Si bien durante la pandemia del COVID-19 los divorcios tuvieron un decremento, en 2019 repuntaron con 33 por cada 100.

Ello, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que sólo contempla las separaciones legales entre parejas. A esta cifra hay que sumarle los rompimientos de personas que viven en unión libre.

Entonces ¿ya no hay “felices para siempre”? Contrario a lo que se pensaría, lo cierto es que hay parejas que aún le apuestan amor y construir una familia, de acuerdo con Melissa García, académica de la Facultad de Psicología quien habló con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Global a propósito del 14 de febrero.

Aunque los conflictos son diferentes al vivir en unión libre que en matrimonio, aún hay parejas que le apuestan al amor romántico y al matrimonio.

¿Cuáles es el secreto de las parejas felices para no separarse?

Melissa García, de la UNAM, expone que los secretos detrás de una pareja exitosa son el mantenimiento y la comunicación que se le da a la relación. Planear juntos, hablar de los sentimientos y emociones es importante para preservarla.

Con la llegada de las redes sociales, es cada vez más complicado mantener relaciones interpersonales sanas, dado que juegan un papel trascendental tanto en la búsqueda de pareja, como en la propia dinámica de la relación.

Existe una tendencia de los individuos a buscar información sobre la persona que les interesa a través de sus redes sociales que, además, son el escaparate perfecto para conocer sus gustos, intereses e incluso su círculo de amistades.

¿Las redes sociales son un riesgo para las relaciones?

Además de ofrecer información sobre la persona que te interesa, las redes sociales tienen un lado negativo: relaciones ansiosas que se basan sobre las conexiones de la pareja en apps como WhatsApp.

Las personas que vigilan a sus parejas a través de redes sociales muestran patrones obsesivos y desarrollan apego y ansiedad hacia el otro, lo que a la larga termina por alejándolos.