El ser humano es capaz de distinguir hasta 10 mil aromas diferentes, aproximadamente, pero solo unos cuantos pueden llegar a enamorarlo. 

En historias como Las mil y una noches se relata cómo los hombres se sentían seducidos por ciertos aromas al grado de hacerlos perder su voluntad; se dice, además, que Cleopatra logró conquistar a Marco Antonio usando sus fragancias de rosas. 

Sí, los aromas despiertan nuestros sentidos, tienen un intenso impacto mental y emocional; por ello, a la largo de la historia, los perfumes han sido usados en la búsqueda de la salud, la felicidad, el amor y, además, despertar el deseo y la pasión. 

Aunque mucha gente, aún en nuestros días, se niegue a creer el poder afrodisiaco de ciertas fragancias, un estudio realizado por la Fundación de Tratamiento e Investigación de los sentidos del Olfato y el Gusto en Chicago, reveló que no solo lo que comemos, sino lo que olemos, tiene la capacidad de generar una mejor irrigación hacia las partes íntimas, así como de despertar el deseo sexual. No solo las plantas, flores y maderas tienen el poder de conquistarnos, también los olores que genera nuestro organismo son capaces de hacerlo. 

Una investigación realizada por Saul Miller y Jon Maner, de la Universidad de Florida y publicada en la revista de la Asociación de la Ciencia de la Psicología de Estados Unidos, descubrió que el olor que desprende una mujer que está ovulando logra aumentar el nivel de la testosterona en los hombres. En el estudio, un grupo de mujeres usó camisetas para dormir en diversos momentos de su ciclo menstrual; posteriormente, los voluntarios (todos ellos varones) las olieron. Los científicos tomaron muestras de su saliva antes y después de haber percibido este aroma y midieron su concentración de testosterona. Ellos habían olido las camisetas usadas por mujeres ovulando, tenían mayores niveles de testosterona que aquellos que habían estado en contacto con prendas que nadie había usado o que vistieron mujeres en otro momento de su periodo.

Una ayudita

No está de más darnos una ayudita con lo que la naturaleza nos ha regalado:

Jazmín:  En India se le llama “la reina de la noche” porque las mujeres seducen a su maridos poniéndoselas en el cabello.

Rosa: Se dice que es la reina de las flores gracias a su delicada fragancia.

Vainilla: De aroma dulce, sutil, pero penetrante.

Jengibre: De olor intenso y efecto estimulante. Sus propiedades pueden aumentar mezclándolo con otros aceites.