Es posible que a veces  sientas que tus relaciones íntimas son mucho más placenteras cuando percibes un olor agradable durante el acto y eso tiene una explicación a nivel cerebral. 

La ciencia señala que los sensores olfativos están íntimamente relacionados con el sistema límbico, es decir, a un un grupo de estructuras en el centro del cerebro, directamente relacionadas con emociones  como  el miedo, el coraje, el odio, el éxtasis y la lujuria. 

A causa de estas conexiones cerebrales, los olores tienen la posibilidad de generar profundos sentimientos eróticos. 

De igual forma, el olor nos evoca recordar experiencias vividas,  unas agradables y dignas de repetir; otras no tanto.  

Si bien es cierto que hoy día prevalece la frase “amor a primera vista” y no a primer olfato, queda evidenciado que los olores y el placer sexual están íntimamente relacionados y, en sus orígenes, era determinante para que la especie copulara.

“Hoy día estamos claros de que en el sexo, las secreciones naturales son imprescindibles para esa atracción. El sudor, el flujo vaginal y el semen son secreciones que deleitan y excitan a la mayoría de los amantes, quienes a su vez, reconocen que todos tenemos un aroma particular que se convierte en un deleite sexual a la hora de estar en la cama. El viaje de pasión comienza cuando el órgano vomeronasal percibe un olor especial y, de inmediato, le envía un mensaje al cerebro”, abundó Carmita Laboy a  Primera Hora. 

La especialista en sexología explicó  que , una vez el cerebro recibe ese mensaje, se activan unas zonas muy especializadas que comienzan la producción de adrenalina, un neurotrasmisor que provoca la producción de feniletilamina. 

La feniletilamina, a su vez, provoca que el cerebro segregue dopamina, la hormona que nos impulsa a desear y repetir lo placentero. También provoca la segregación de  la norepinefrina y la oxitocina, responsables del amor romántico y la pasión intensa. 

“En mi caso, yo siempre digo que quiero dopamina en cantidades industriales y la consigo a través del ejercicio, masajes y actividades innovadoras. Es decir, hacer de lo ordinario lo extraordinario en y fuera de la cama”, destacó Laboy.

Tu peor enemigo

Cabe señalar, por otro lado, que los olores desagradables son inhibidores del placer sexual.

“Yo digo que  matan la pasión”, manifestó la sexóloga.

Entre estos olores se encuentran los que ocasionan el sudor, la comida, el  alcohol, el tabaco y el mal aliento.  

“Quizá por eso son tanto los productos en el mercado que invitan a disimular los olores naturales por unos artificiales que prometen provocar buenos resultados”, consideró la entrevistada. 

Según ilustró  Laboy, los olores de lavanda y  dulce de calabaza aumentan el flujo sanguíneo en el pene, por lo que son recomendados  a la hora del encuentro sexual. 

“De todo ello lo que encuentro más interesante es reconocer que respondemos a un instinto animal al momento de acercarnos a la experiencia sexual y que los olores están muy presentes en ese acto. Olores que de inmediato provocarán una reacción a nivel cerebral y, por ende, una conducta que bien se puede asociar con algo placentero como con algo totalmente desagradable”, puntualizó Laboy.

“Por tanto, la alimentación, la higiene, el ejercicio para eliminar toxinas, entre otras prácticas de vida saludable, garantizarán los resultados de  esa experiencia sexual que, insisto en decir, debe ser una digna de repetir”, concluyó la especialista en sexología.

Estimulan la pasión

Las esencias aromáticas son capaces de potenciar los sentidos y la sensualidad hasta límites desconocidos. El poder de los olores, su capacidad para evocar recuerdos o para producir sensaciones relajantes o estimulantes es algo que se conoce desde la antigüedad. Combinaciones de aceites esenciales pueden asegurar, por ejemplo, una intensa noche de pasión. A continuación  mencionamos algunos de los más recomendados:

Jazmín Es considerado como uno de los aromas más excitantes. Esta flor,  procedente de una planta de origen árabe, posee un aroma intenso, persistente, con un toque dulce muy agradable. Muchos aseguran que es el olor más “femenino”, el que más puede atraer a un hombre. En aromaterapia se considera que tiene un efecto relajante, envolvente y capaz de potenciar la sensualidad.

Canela Es un excelente afrodisíaco natural, perfecto como final de una cena romántica. Su aceite esencial desprende un olor cargado de sensualidad y rico en matices. La canela estimula el sistema circulatorio y despierta sensaciones placenteras en el cerebro. Como consecuencia, la libido aparece en escena.

Jengibre Tiene un olor fuerte, de potente efecto estimulante, capaz de elevar de manera imperceptible la temperatura corporal y ambiental. Funciona como excelente antidepresivo, tonificando cuerpo y espíritu. Su particular aroma hace que resulte más agradable combinado con otros aceites como el de canela o lavanda.

Sándalo Originario de la India, se le atribuye la capacidad de atraer energías positivas, armonía y equilibrio espiritual. Desde hace siglos, las mujeres utilizan las hojas de este árbol para perfumarse y atraer al sexo masculino. 

Vainilla Originaria de México, a la vainilla se le considera un potente afrodisiaco, con su fragancia envolvente que invita a dejarse llevar. Secreto de dioses para algunos, la esencia de vainilla desprende tranquilidad, familiaridad y un aroma que potencia los olores naturales, algo que hace despertar los instintos más básicos.