“Chiquito”, “cielo”, “osita”, “mi cosita hermosa”, “gordi”.

Para algunos, esas palabras son apodos cursis, pero para otros son la clave para encender o mantener la llama de la pasión en una pareja.  Claro, también hay quienes no los soportan y el efecto es uno totalmente distinto.

Según un estudio publicado recientemente realizado por Carol Bruess y Judy Pearson de la Universidad de Ohio, las parejas más felices tienden a utilizar apodos románticos en la intimidad. Algunos de ellos son creados especialmente para esa otra persona.

El estudio se basó en las entrevistas que le realizaron a diversas parejas que iban desde recién casados hasta algunas que llevaban años de unión. Los resultados revelaron que la mayoría de las parejas utilizan al menos un apodo, lo que se refleja en una relación de satisfacción.

Bruess, sicóloga en la University of St. Thomas, Minnesota, indica que el uso de un lenguaje amoroso entre la pareja, es una manera simbólica de demostrar que la relación te importa lo suficiente como para desarrollar una propia manera de hablar.

Aunque la lista de apodos puede ser tan interminable, como la imaginación lo permita, de acuerdo a otro estudio realizado,  los más comunes son “bebé”, “amor”, “cielo” y “mi vida”. Otros dicen que es la manera más sencilla para mantener una buena relación de pareja.

¿Qué debes tomar en consideración a la hora de llamar a tu pareja de cierta forma?

-Puede usar un apodo basado en su nombre, siempre y cuando no le resulte ofensivo.

-Evita el terreno de los “itos” e “itas”, que están sobresaturado.

-No bases el apodo en algún rasgo negativo de su pareja, sino en aquello que más te gusta.

-Puedes utilizar un apodo que sea similar a la forma en que te llaman a ti. Por ejemplo: “príncipe” y “mi princesa”.

-Si tu pareja domina otro lenguaje, utiliza eso a tu favor y en vez de llamarlo “mi amor”, dile “my love”.

¿Cómo sueles llamar a tu pareja? ¿Te vales de apodos cursis para enamorarlo o enamorarla en la intimidad? ¿Cuál es el más ridículo que has escuchado?