¿Perdonarías una infidelidad?
Cuáles son las secuelas que deja una traición y cómo superarla.

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El amor, el respeto, la confianza, la sinceridad, la responsabilidad, el apoyo, la confiabilidad, el agradecimiento y el cariño son componentes fundamentales en una relación de pareja.
Cada persona tiene expectativas diferentes sobre lo que espera y necesita en una relación, buscando espacios seguros donde estos valores se cultiven. Sin embargo, cuando ocurre una infidelidad, toda esta realidad puede cambiar drásticamente. ¿Qué impacto tiene una infidelidad en una relación o en una persona?
No cabe duda que la infidelidad es un evento devastador que puede dejar secuelas emocionales profundas en todas las partes involucradas. Tanto para la persona que fue engañada como para quien cometió la infidelidad, las repercusiones pueden ser duraderas y difíciles de superar.
Por ejemplo, las parejas afectadas pueden enfrentar serios desafíos para restablecer una intimidad emocional genuina y una conexión de confianza después de una traición tan significativa.
Marcas profundas
¿Cuáles son las posibles secuelas que puede tener una persona al experimentar una infidelidad? Es importante recordar que acudir a un especialista puede ayudar a encontrar alternativas saludables para recuperar la confianza en una relación.
- Pérdida de confianza. Según “Lamenteesmaravillosa”, la confianza es un pilar esencial sobre el cual se construyen las relaciones de pareja. Es algo que ambos miembros construyen y consolidan con el tiempo, pero que puede verse comprometido con facilidad. Cuando ocurre una infidelidad, reparar esa confianza y volver a la situación previa puede ser extremadamente difícil, ya que la herida emocional permanecerá abierta por mucho tiempo. Esto puede llevar a que la persona pierda confianza no solo en la relación y en su pareja, sino también en sí misma.
- Celos e inseguridad. El portal citado anteriormente también señala que los comportamientos celosos y posesivos a menudo tienen su origen en una infidelidad. Intentar averiguar lo que hace la pareja en todo momento puede generar una falsa sensación de control, pero esto solo añade tensión al vínculo. Algunas parejas normalizan estos comportamientos, confundiendo el cuidado con el control, lo que puede convertir la relación en un ambiente tóxico.
- Rabia y enfado. La rabia es una emoción común en quienes son víctimas de un engaño, según “Lamenteesmaravillosa”. Este enojo se dirige tanto a la persona infiel como a la tercera persona involucrada. La ira es una emoción intensa que puede llevar a discusiones y decisiones precipitadas, como romper la relación sin pensarlo bien. Además, esta rabia puede causar una ruptura no solo como pareja, sino también como amigos, resultando en la pérdida de una persona significativa en la vida.
- Emociones en el filo. “Noroeste” añade que la infidelidad puede desencadenar una diversidad de emociones. La persona afectada puede tener dificultades para concentrarse en sus responsabilidades, abandonar sus metas y ser propensa a perder su trabajo. En casos más graves, puede caer en un cuadro de depresión. Para sanar estas emociones, es recomendable buscar la ayuda de un especialista.
- Dolor físico y emocional. “Noroeste” también señala que la infidelidad puede afectar físicamente al individuo. La persona puede perder el apetito, sufrir alteraciones en el sueño, experimentar insomnio y falta de energía, y descuidar su imagen personal. En algunos casos, pueden surgir problemas fisiológicos y psicológicos como la bulimia, anorexia o, por el contrario, obesidad debido a un descontrol alimenticio. Ante estas repercusiones, también es aconsejable acudir a un especialista.