Problemas en la cama
Una especialista señala las disfunciones sexuales más frecuentes que atiende en su consultorio.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Al principio de una relación, todo suele marchar sin mayores contratiempos, especialmente en la cama, donde la pasión y el ímpetu nunca faltan durante esos primeros encuentros.
Pero a medida que el tiempo pasa y se consolida esa unión de pareja, pueden aparecer diversos problemas en la relación que terminan afectando la vida sexual de ambos.
Desde la eyaculación precoz hasta la falta de libido, pasando por el estrés y las dificultades económicas, la sexóloga Alicia Fernández asegura que son muchas las insatisfacciones que pueden hacer que algo falle bajo las sábanas.
“En toda pareja, en el transcurso de su relación –dure lo que dure–, puede presentarse algún tipo de situación de índole sexual que puede afectar la intimidad”, explica la doctora Fernández.
La experta en sexualidad señala que, cuando surgen estos problemas, la opción de muchos suele ser el silencio, principalmente por el miedo y la vergüenza de “no funcionar bien” en la cama.
Sin embargo, es importante enfrentar estas dificultades a tiempo para que la vida sexual no vaya de mal en peor.
“En la gran mayoría de los casos, las condiciones que afectan a la pareja pueden ser detectadas cuando están empezando, pero no buscan ayuda porque entienden que eso va a cambiar o ellos mismos por su cuenta empiezan a buscar cómo corregirlas. Cuando ven que no lo logran, la realidad es que han perdido un poco de tiempo en buscar la ayuda de un sexólogo o profesional por los miedos, temores y la resistencia”, lamenta la doctora Fernández, quien trabaja en la Clínica de Sexualidad Humana.
“Mientras más rápido busquen ayuda, tan pronto sospechen que algo no está bien, mejor”, puntualiza la sexóloga.
En estas páginas, la especialista describe los problemas sexuales más frecuentes que llegan a su consulta.
Razones
1. Falta de deseo sexual: Es el principal problema sexual de las mujeres y quienes lo padecen ven cómo van perdiendo poco a poco el apetito y el interés de mantener un acercamiento íntimo. En muchos casos, este desgano se da a pesar de que los sentimientos hacia la pareja son bastante intensos.
2. Disfunción erectil: Como el hombre no es capaz de mantener una erección completa, no se puede llevar a cabo una penetración satisfactoria. Según expertos, esto no es un mal exclusivamente masculino, pues también afecta la sexualidad de las mujeres cuyas parejas presentan este problema.
3. Monotonía en la intimidad: Conforme pasa el tiempo y la pareja ya tiene una sincronía debajo de las sábanas, es bastante común caer en los “guiones sexuales” y en las acciones rutinarias. Para contrarrestarlo, las fantasías sexuales y los juguetes eróticos son un buen recurso para avivar la pasión.
4. Mala comunicación: Es uno de los enemigos declarados del sexo porque, cuando el diálogo escasea, no se tiene idea de las necesidades y los gustos en la intimidad. Para lograr la plenitud sexual, lo recomendable es hablar sobre las caricias que más encienden, las posiciones favoritas y las técnicas para estimular las zonas erógenas.
5. Estrés: La tensión, el cansancio y la irritabilidad que surgen a raíz del estrés pueden afectar significativamente las relaciones sexuales. Por un lado, la fatiga hace que se desee llegar a la cama solo para dormir y, por el otro, el estrés reduce la producción de testosterona, asociada al deseo sexual.
¿Por qué surgen?
Algunos factores comunes que provocan la aparición de problemas sexuales son:
- Infidelidad
- Ansiedad
- Deterioro de la relación
- Presiones laborales
- Nacimiento de un hijo
- Fracaso sexual ocasional