Tener una vida sexual placentera e intensa es un deseo compartido por la mayoría. Sin embargo, entre el trabajo, los hijos, las tareas domésticas y el corre-corre diario, la realidad es que los encuentros íntimos de una pareja pueden terminar afectándose, tanto en cantidad como en calidad.

La educadora y terapeuta sexual Karen Vázquez asegura que, de hecho, es muy fácil que las personas se encuentren tan ocupadas que descuiden la actividad entre las sábanas.

No obstante, la experta enfatiza que disfrutar del sexo en pareja es beneficioso en muchos sentidos –es divertido, ayuda a relajarse y levanta la autoestima-, así que es de vital importancia mantener encendida la chispa del deseo.

“Se ha encontrado que el sexo es un bien necesario. Funciona como un propulsor del bienestar general, entiéndase físico y emocional. Y estas bondades no vienen necesariamente cuando se practica con una finalidad reproductiva. De hecho, la mayoría de las veces el sexo se practica más bien con la finalidad de placer”, explica Vázquez.

“Hay que gozarse la sexualidad y ser creativos en la intimidad porque el sexo que se mecaniza, que se hace por rutina, está destinado a que desaparezca, a que fallezca. Es obligación de ambos miembros de la pareja el ser creativos, el comunicar fantasías sexuales –al menos aquellas que puedan ser expresadas- y explorar hasta dónde ellos se atreverían a llegar para tener una sexualidad viva”, advierte la también psicóloga.

En estas páginas, Vázquez ofrece varios consejos simples que pueden ayudar a mejorar el desempeño sexual tanto de hombres como mujeres. Toma nota y agrégales más emoción a tus encuentros eróticos.

Para encender la chispa

Conoce tu cuerpo y el de tu pareja:  El cuerpo está lleno de áreas sensibles que, estimuladas de la forma adecuada, brindan mucho placer.  La clave está en conocer bien estas zonas erógenas –como las orejas, la espalda, el cuero cabelludo y el cuello- para disfrutar del sexo al máximo.  “Cuando vayan a vivir la sexualidad, no la vivan de manera ‘genitalizada’, sino que descubran todas las zonas erógenas que ambos tienen”, aconseja la terapeuta Vázquez.

Varía el repertorio: Para obtener placer y alcanzar el orgasmo, no es necesario que se llegue a la penetración en cada encuentro.  La masturbación, los masajes eróticos y el sexo oral, por ejemplo, son conductas mediante las cuales también se vive una sexualidad satisfactoria.  “Hay que romper con la ideal de que el sexo siempre tiene que terminar en el coito.  Tanto él como ella pueden disfrutar de mucho placer con juguetes sexuales, recreando fantasías, etcétera”, dice.

Busca la satisfacción mutua: Los expertos aseguran que los placeres compartidos siempre son más intensos.  Así que para logar la excitación en conjunto, no sólo debes velar por satisfacer a tu pareja, sino procurar que tu cuerpo también alcance el punto más alto del deleite.  “Muchas veces tienes al hombre esforzándose para que la mujer llegue al orgasmo y se olvida de él.  Como consecuencia, se desconecta de su sexualidad y puede que se retrase la eyaculación o perder la erección”, advierte.

Usa juguetes sexuales:  Vibradores, esposas y columpios kinky son buenas alternativas para avivar la pasión y descubrir nuevas facetas del placer, sobre todo cuando la intimidad se ha vuelto un poco aburrida.  Todo puede estar permitido, siempre y cuando ambos se sientan cómodos y estén de acuerdo.  “Hay que ver al sexo como lo que realmente es: un juego que se debe dar bajo consentimiento de ambas partes y con la finalidad de divertirse”, señala la educadora sexual.

Beneficios del sexo 

Son muchas las bondades de la actividad sexual sobre nuestra salud física y emocional.
Reduce el estrés
Aumenta la autoestima
Ayuda a quemar calorías
Previene problemas cardiacos
Calma los dolores tensionales
Fortalece el sistema inmunológico

La Dra. Karen Vázquez es psicóloga, educadora y terapeuta sexual. Para más información, llama al 787-642-3627 o visita www.consultasexual.net