Ella asegura verlos claramente. Los escucha. Les habla.

Desde su infancia, forman parte de su diario vivir.

Pero la naturalidad con la que hoy hace referencia a su habilidad para hablar con los seres fallecidos no existió siempre. Por más de dos décadas, la médium espiritista Vicki Monroe batalló con la experiencia de ver los espíritus, pero callar su realidad para evitar ser criticada ante los incrédulos.

Hasta que un buen día optó por darlo a conocer a la luz pública. La muerte de dos figuras importantes en su vida influirían en esa decisión: la de su hermana (1987) y la de su padre (1994). Por experiencia propia, vivió el consuelo de contactar a sus seres fallecidos y saber que nunca dejan de amarnos. Y también, reconocer el mensaje que desde niña tenía claro: ayudar a otras personas a través de su don psíquico.

Hoy día, su decisión –y lo acertada que ha mostrado ser en cientos de readings o lecturas– la ha llevado no solo a tener presentaciones en programas de televisión y de radio, sino también a colaborar con unidades investigativas en Estados Unidos para la solución de varios crímenes.

En entrevista telefónica desde su oficina en Maine, la coautora de Understanding Spirit, Understanding Yourself nos confiesa que la primera manifestación de su don surgió a sus tres años de edad, durante un servicio religioso en una iglesia en Los Ángeles (California). “Vi a un anciano que me llamaba hacia el altar. Mientras iba caminando hacia él, de repente, el aspecto de la iglesia cambió y ante mis ojos se veía una estructura muy, muy antigua. Fue impresionante”, recuerda. “Al llegar al altar, el anciano colocó su mano en mi frente y dijo sight (visión). Y me dijo: ‘Te visitaré varias veces con el pasar del tiempo’. Como niña al fin, reaccioné con naturalidad porque pensaba que todos los niños que estaban allí estaban viendo lo mismo”. Sin embargo, esa noche, al compartir su experiencia con su mamá, esta le comunicó que “allí no había ningún señor mayor. El pastor es joven, y su pelo no es blanco, es rubio. Y no tiene barba’ porque le dije que el señor tenía una barba muy larga. Pero mi mamá no discutió conmigo sobre la experiencia. Desde ese día, comencé a ver espíritus”.

Primera Hora: ¿Te asustaba verlos?

Vicki Monroe: “No. No me asustaba ni me molestaba. Pensaba que todas las personas podían verlos y que era algo normal. Pero cuando cumplí 10 años, estaba en el patio de la escuela con unos compañeros de clase. Sabía que el abuelo de una de ellas había muerto y que estaba triste por eso. El espíritu de su abuelo se presentó detrás de mí. Me volteé y me dijo: ‘¿Puedes decirle que estoy bien; que luzco joven y estoy saludable?’. Pero al decirle, me reportaron y me suspendieron de la escuela por unos días. Me sentí mal. Pero en esa ocasión me di cuenta de que no todos podían ver los espíritus. Y decidí callarlo por muchos años”.

PH: Entonces, ¿cuándo decides hacerlo público?

VM: “En 1987, a raíz del accidente de mi hermana, quien murió junto con su esposo. Por años, hice todo lo posible por apartarme de la idea de que veía espíritus. Fui cuidadora de caballos. Trabajé como enfermera. Me convertí en doctora en el campo de la medicina holísitica natural (herbología). Hice de todo para escapar de ver los espíritus. Cuando el accidente, yo estaba en Alemania, con mi esposo, cuando (el espíritu de) ella se presentó. Hablamos y así me enteré de lo que había pasado. A mi regreso a Estados Unidos, comencé a hacer lectura a familiares y amigos, y en dos semanas, ya estaba recibiendo llamadas de muchas otras personas para ayudarlos. Pero fue tras la muerte de mi padre (1994) que oficialmente comencé a dedicarme a esto”.

PH: ¿Cómo te comunicas con los espíritus?

VM: “Los puedo ver y escuchar. De hecho, al lado de cada persona puedo ver varios espíritus a su alrededor. Los puedo ver claramente, igual que a cualquier ser humano, solo que ellos lucen con una belleza indescriptible, no importa cuán trágica haya sido su muerte. Y sí, ellos pueden recordar y reconocernos”.

PH: ¿Por qué hay personas que optan por no creer?

VM: “Nuestras almas conocen todo. Reencarnamos con un propósito en mente. Venimos con memorias del otro lado espiritual. Los amigos imaginarios son reales. Los primeros años de nuestras vidas vivimos con la convicción de que ese mundo es real. Pero, además de almas, somos seres físicos y el físico es corruptible. Por eso, según pasa el tiempo, la religión y otros aspectos van cambiando nuestra esencia. Pero debes analizar tu voz interior porque sí existe. Pero es difícil romper las creencias religiosas, en especial si vienes de una familia extremadamente religiosa”.

PH: ¿Debemos temerles?

VM: “No. Ellos son seres amorosos. No debes tenerles miedo. Tu miedo está en tu mente. Recuerda que tu cerebro es físico. Cuando tu cerebro reacciona, lo hace con miedo a esta experiencia”.

PH: ¿Por qué se comunican?

VM: “Porque quieren que veas que están bien. Pero los espíritus no te van a herir, aunque es así como algunos lo perciben. Si sientes miedo, ellos no se presentarán. Una duda que muchas personas me preguntan es si ellos están presentes durante los eventos importantes de su vida. La respuesta es sí. Están en la graduación de un nieto, en la boda de una hija. Ellos siempre están ahí”.

PH: ¿Se puede aprender a ser médium?

VM: “No estoy segura de que sea algo que se pueda aprender. Me inclino más a pensar que naces con el don o no. Toda persona tiene su percepción psíquica, pero no toda persona es médium. Hay personas que son muy intuitivas con los animales, por ejemplo. Hay clarividentes y otros que demuestran otras habilidades extrasensoriales, pero no la capacidad que yo tengo. Pero aclaro que solo soy una médium. Eso es todo. No te hablo del futuro ni del pasado”.

PH: Abundan las personas que aseguran ser médiums, psíquicos o clarividentes. ¿Qué consejos puedes mencionar a quienes se interesen en solicitar esos servicios?

VM: “Cuando las personas llaman a mi oficina, mi asistente o yo pide a la persona que haga la cita con un nombre que no sea el real y un teléfono de un ser querido, pero no el suyo. En mi caso, solicito la menor información posible. Durante la consulta, hago preguntas para corroborar la información que el espíritu me va dando. Pero trato de que sean datos específicos. Pero quiero añadir que una de las cosas más difíciles para mí es ver una serie de supuestos médiums haciendo programas de televisión. Verlos y saber que todo es un montaje me afecta. Me vuelve loca porque la gente se deja confundir con que es un reality, pero no es la realidad. Eso me enferma. Todo es un libreto y no puedo aceptarlo. Pero la gente, los niños lo creen”.

PH: ¿Qué dirías a quienes piensan que estás equivocada?

VM: “Los espíritus vienen a cumplir una misión. Y escogen la alternativa que los ayuda a cumplir con su meta. Puede ser mediante una persona alcohólica para ver cómo puede salir de eso. A veces lo logramos. A veces, no. Si utilizáramos el sexto sentido, se nos haría más fácil comprender. Pero, en vez, optamos por usar el cerebro para tratar de encontrar una razón y analizar todo. Y es ahí cuando lo espiritual no tiene sentido. Hace años la gente pensaba que el mundo era plano. Nadie se atrevía a debatirlo. Hasta que con el tiempo se probó la verdad”.

Para más información, accede a vickimonroe.com

Colaboradora de casos criminales

 En años recientes, la médium Vicki Monroe también ha dedicado tiempo para colaborar con diversas agencias investigativas en Estados Unidos para la solución de crímenes de personas desaparecidas (tanto presuntamente vivas como fallecidas).

 El primer caso que ayudó a resolver fue el de Amy St. Laurent, de 25 años, asesinada en Maine en 2001. La joven recibió golpes y disparos por parte de un hombre que recién conoció en un bar. “Me llamó un detective (Joe Loughlin) hablándome sobre un asesinato que había ocurrido a una hora de distancia de donde vivo”, narra. “No sabía nada del caso porque no veo noticias. Y de repente se comienza a presentar el espíritu de esta persona fallecida, frente a mí. Era Amy. Lo primero que me dijo claramente fue el nombre del responsable, Jeffrey”.

 Monroe describió que la víctima había recibido un golpe en la cabeza, un trauma, y que (a nivel telepático) la veía enterrada en las cercanías de una finca reconocida (que resultó ser Smiling Hill Farm). “Le dije que veía una casa amarilla y que ella me decía que el asesino había vivido en dos estados, uno al sur (Florida), y que en ese momento vivía con su mamá (quien residía no muy lejos de la finca, en Maine). Le dije que buscara la casa, que la encontraría”.

 Seis semanas después de su desaparición, el cuerpo de Amy fue encontrado, enterrado con una tabla cubriendo su cuerpo. Les dijo que encontrarían el cuerpo antes de la primera nevada (en diciembre). “Y así fue. Una vez el cuerpo fue recuperado, comenzó a nevar”.

 Poco más de un año después,   Jeffrey “Russ” Gorman fue procesado por el asesinato y declarado culpable con una sentencia de sesenta años en prisión.

Para más información, accede a vickimonroe.com

Colaboradora de casos criminales

 En años recientes, la médium Vicki Monroe también ha dedicado tiempo para colaborar con diversas agencias investigativas en Estados Unidos para la solución de crímenes de personas desaparecidas (tanto presuntamente vivas como fallecidas).

 El primer caso que ayudó a resolver fue el de Amy St. Laurent, de 25 años, asesinada en Maine en 2001. La joven recibió golpes y disparos por parte de un hombre que recién conoció en un bar. “Me llamó un detective (Joe Loughlin) hablándome sobre un asesinato que había ocurrido a una hora de distancia de donde vivo”, narra. “No sabía nada del caso porque no veo noticias. Y de repente se comienza a presentar el espíritu de esta persona fallecida, frente a mí. Era Amy. Lo primero que me dijo claramente fue el nombre del responsable, Jeffrey”.

 Monroe describió que la víctima había recibido un golpe en la cabeza, un trauma, y que (a nivel telepático) la veía enterrada en las cercanías de una finca reconocida (que resultó ser Smiling Hill Farm). “Le dije que veía una casa amarilla y que ella me decía que el asesino había vivido en dos estados, uno al sur (Florida), y que en ese momento vivía con su mamá (quien residía no muy lejos de la finca, en Maine). Le dije que buscara la casa, que la encontraría”.

 Seis semanas después de su desaparición, el cuerpo de Amy fue encontrado, enterrado con una tabla cubriendo su cuerpo. Les dijo que encontrarían el cuerpo antes de la primera nevada (en diciembre). “Y así fue. Una vez el cuerpo fue recuperado, comenzó a nevar”.

 Poco más de un año después,   Jeffrey “Russ” Gorman fue procesado por el asesinato y declarado culpable con una sentencia de sesenta años en prisión.