Un trío de jóvenes que pertenecen al Ceiba Boxing Club lograron conquistar medallas de oro en sus respectivos pesos en la categoría 13-14 años convirtiéndose así en campeones nacionales en los recién celebrados Juegos de Puerto Rico.

Fiorena Delgado, Joshua Ledesma y Janzel Vázquez comenzaron en el deporte con distintos propósitos, pero hoy día tienen una misma meta: llegar a ser boxeadores profesionales y coronarse como campeones mundiales. 

Por esto, los logros alcanzados en la justa, que se celebró en el Complejo Deportivo Los Caobos en Ponce, comienzan a hacerceles camino hacia esas grandes metas.

“Me siento súper contenta porque pude obtener un logro más en el deporte que tanto me apasiona. Primero que nada le doy gracias a Dios por eso y a mis entrenadores por siempre estar ahí dedicándose a mi progreso”, expresó Delgado, quien no tuvo que pelear por la medalla de oro porque su rival no se presentó, pero según su entrenadora, se ha tenido que enfrentar a campeonas y ha salido por la puerta ancha.

La chica del grupo comenzó en el deporte para poder bajar de peso sin pensar que se convertiría en su pasión.

“Empecé en el boxeo porque quería rebajar, pero me metí tanto en ese mundo que me siguió llamando la atención hasta que se convirtió en mi deporte primordial. Tengo bastantes metas. Cuando tenga mi mayoría de edad quisiera convertirme en boxeadora profesional y llegar a ser campeona mundial en varios pesos”, sostuvo la joven, quien admira a la boxea dora de raíces puertorriqueñas, Amanda Serrano.

En el caso de Ledesma, el joven de 13 años fue a Ponce con la meta de ganar, pero igual resultó sorprendido cuando salió con la  medalla dorada. 

“No me esperaba que iba a ganar, fui con la meta de llegar tal vez a la medalla de plata, pero cuando me llamaron y dijeron que había ganado, el corazón me latía a mil. Me emocioné y no creía que había ganado”, expresó el atleta que dominó la categoría de las 126 libras con una victoria en la final sobre Christian Acosta de Juncos.

Ledesma incursionó en el boxeo hace tres meses y desde entonces se ha enfocado para hacerse espacio entre los mejores. 

“Vinieron a mi casa a ver si quería entrenar y como me pasaba viendo muchas películas de boxeo y peleas decidí que me iba a meter en eso a ver cómo me iba. Me gusta un montón. Tengo metas de ser profesional en el boxeo y ser campeón mundial”, dijo Ledesma, quien admira mucho a Tito Trinidad.

Por su parte, Vázquez, también de 13 años , fue a Ponce con la meta de ser campeón de las 85 libras en la categoría de 13 y 14 años, así que no esperaba menos.  “Me sentí muy feliz. Yo sabía que iba a poder llegar a cumplir esa meta de alcanzar la medalla de oro y lo logré”, expresó quien venció a José Hernández de Vega Baja en la final del certamen.

“Quisiera ser un boxeador profesional y llegar a ser campeón mundial. Entreno todos los días fuertemente para lograrlo”, añadió Vázquez, quien admira y no para de ver peleas Vasyl Lomachenko.

Objetan la práctica en categorías infantiles 

No obstante, la condición del boxeador profesional Prichard Colón, ha llevado a un grupo de educadores físicos retirados a objetar la práctica de ese deporte en las categorías infantiles.

Uno de los que piensa que niños y niñas de 7 a 17 años, no deben practicar el boxeo por las lesiones que pueden sufrir es el profesor de educación física retirado, Ángel Delgado Ramos.

“El gobierno y las federaciones deportivas tienen que ver el boxeo infantil con mayor seriedad y rigor”, manifestó Delgado Ramos.

Para el profesor retirado, la situación se agrava cuando el Programa de Deporte Escolar ha llevado el boxeo a las escuelas públicas de la isla.

“Para mí el que hizo eso debe ser llevado a los tribunales por maltrato infantil”, expresó Delgado Ramos.

El profesor indicó que no importa la protección que usen en los combates y entrenamientos, las lesiones en su cuerpo y cabeza se reflejarán con el paso de los años.

Delgado Ramos puso como ejemplo el caso de Colón, boxeador de Orocovis que permanece en coma, preocupado porque su condición no solo se deba a los golpes que recibió en su último combate ante Terrel Williams, en Virginia, al ser descalificado por perder el sentido. 

Delgado Colón ha iniciado una campaña en contra del boxeo infantil mientras visita a legisladores en el Capitolio para que estudien el asunto con mayor compromiso. 

Por su parte, María Maldonado, madre y entrenadora de Janzel Vázquez, en un principio no estaba de acuerdo con el deporte hasta que se adentró en el mundo del boxeo. “Yo no estaba de acuedo en que Janzel se metiera a boxear, pero luego fui viendo que es un deporte seguro, usan boquilas y caretas. Además, el boxeo ayuda a los jóvenes a salir de las calles y a ser disciplinados y establecerse metas”, sostuvo.

Mientras, el director de los Juegos de Puerto Rico, Carlos Espada, indicó que las lesiones son mínimas en los combates por la protección tanto del equipo como de las reglas.

“Son atletas que están inscritos en los clubes y tienen experiencia por lo general, de los cerca de 100 clubes que hay de 11 años en adelante”, explicó Batista.

“La regla para comenzar a  competir es la de 11 años, pelean en tres asaltos, pero los de 11 años pelean un minuto por asalto, las estadísticas de lesiones se ven muy pocas porque están entrenados y tienen protección”, precisó el coordinador de boxeo.

Si hay unos que están orgullosos de los logros del trío de boxeadores son los padres de Janzel, María Maldonado y Abimael Vázquez, quienes desde que su hijo comenzó en el boxeo se han involucrado en el deporte, al punto de convertirse en entrenadores de boxeo aficionado del Ceiba Boxing Club. 

“Llevamos cinco años como entrenadores.  Todo comenzó con un grupo de jóvenes que se me acercó cuando yo empecé a ayudar a mi nene. De ahí nació la idea de prepararnos, tomar cursos, sacar la licencia de entrenadores de boxeo aficionado.  Además de que soy entrenadora, para muchos soy como su madre. Ellos me cuentan sus problemas, los escucho. Yo estoy ahí por ayudar no tan solo por ayudar a mi hijo sino también a los otros jóvenes. No quisiera que cuando crecieran estuvieran en las calles. Me siento en ese compromiso de ayudarlos”, sostuvo Maldonado, quien funge como juez y arbitro en eventos de la Federación de Boxeo de Puerto Rico (FBPR).

Por su parte, Abimael Vázquez,  entiende la gran responsabilidad que lleva sobre sus hombros, ya que su apoyo es y será vital para que estos chicos sobrelleven las victorias y los fracasos en su deporte y en la vida.

“Cada uno tiene su propia chispa, son muchachitos que trabajan fuerte. Es difícil porque a veces queremos hacer más, pero Dios nos abre esas puertas y verles sus caras cuando logran sus metas es la mejor recompensa.  Verlos como comienzan y cómo se desarrollan es de gran satisfacción.  Tratamos de estar con ellos, buscamos el lado positivo para que no se rindan por cualquier obstáculo que se les presente”, dijo Vázquez, quien entrena con sus pupilos en un gimnasio que no cuenta con un cuadrilátero, situación que le gustaría mejorara, ya que sus boxeadores no tienen la experiencia de subirse al ring hasta que no llegan a los eventos.

Aun con estos obstáculos, Vázquez entiende que una de las claves para que los tres púgiles estén despuntando con éxito en el mundo del boxeo, es la unidad que han creado dentro del gimnasio. “Se acoplan bien, se ayudan mucho. Uno le dice al otro qué debe arreglar. Cuando los veo corrigiéndose me alegra mucho porque esa unidad es importante. La química que veo entre ellos me gusta”, contó.

Es por esto que, logros como las medallas de oro en los Juegos de Puerto Rico, son las recompensas que se obtienen por el trabajo que hacen tanto los púgiles como sus entrenadores, quienes están en ese mundo solo por amor al deporte.

“Estoy bien orgulloso de ellos porque como siempre les digo, yo puedo hacer todo lo que está en mis manos, pero si ellos no dan el todo por el todo no podemos llegar a nada.  Así que esto es el resultado de sus esfuerzos. Este es un deporte que le abre muchas puertas en lo económico y en su desarrollo y seguiremos trabajando con ellos el día a día para que cumplan sus sueños. Nos sentimos satisfechos y es un honor ser parte de esos sueños que quieren alcanzar”, culminó.