De reina a ejecutiva: Casandra Castro echa raíces en Panamá
Lo que comenzó como una estadía breve por estudios terminó convirtiéndose en un nuevo hogar.
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Nota del editor: La serie Boricuas en la Luna destaca las historias de los puertorriqueños que han extendido las fronteras de la Isla al establecerse por el mundo, cargando con nuestra bandera, cultura y tradiciones.
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Luego de triunfar en las pasarelas del modelaje y los certámenes de belleza, y tras culminar sus estudios de bachillerato en Puerto Rico, Casandra Castro Holland, Miss Mundo de Puerto Rico 2004, decidió mudarse a Panamá para continuar estudios y probar suerte en el ámbito laboral. Esa búsqueda, que en un principio creyó que sería breve, se ha extendido por 14 años.
Actualmente, la puertorriqueña se destaca en el campo de la publicidad, trabajando para una compañía multinacional de licores.
“Cuando me gradué de Publicidad y Mercadeo en el 2008 yo estaba buscando trabajo, quería tener mi profesión y en algún momento quería dedicarme a eso y yo en esa búsqueda de obtener experiencia decido mudarme a Panamá porque parte de mi familia es de Panamá. En Panamá hay muchas multinacionales y yo decía ‘cómo puedo avanzar en este camino de poder conseguir trabajo dentro de la profesión que yo quiero ejercer’ y pues me mudé para experimentar eso y para hacer mi maestría”.
Sin embargo, lo que pensó que sería una corta estadía de aprendizaje, terminó convirtiéndose en una residencia permanente. ¿Qué la aguantó?
“Me quedé porque me enamoré”, dijo entre risas, al confesar que “del país me enamoré, pero también sentimentalmente”.
“Vivo con mi pareja de hace 13 años. Pensé quedarme para hacer un poquito de experiencia y volver a Puerto Rico y terminar la maestría, pero nunca volví. Me quedé enamorada y trabajando aquí”, relató la pareja de Armando, el panameño que ama y con quien reside junto a su gata “Quinoa”.
Durante estos 14 años en el país centroamericano, la boricua se ha abierto paso en distintas empresas en el sector de marketing, trabajando en compañías dedicadas a la distribución de productos estéticos y tecnológicos. Desde hace siete años, forma parte de la reconocida compañía Bacardí, destacada en el departamento de marketing.
“Trabajo manejando marcas y mercados para el portafolio Bacardí en Centroamérica y el Caribe”, contó a través de una llamada telefónica desde República Dominicana, donde se encuentra como parte de un proyecto laboral especial que la mantendrá allí por unas semanas.
Sobre su decisión de entrar a trabajar a la empresa, destacó que uno de los principales factores fue la cercanía de Bacardí con Puerto Rico. “Para mí eso fue súper importante. Estar en un trabajo donde esa conexión me mantiene cerca de alguna manera, porque yo no trabajo para el mercado de Puerto Rico directamente, pero siempre estoy en contacto con todo lo que pasa en Puerto Rico gracias a Bacardí, eso es súper lindo”, expresó.
Lazos con Panamá
A pesar de tener raíces panameñas —su madre es originaria de Panamá— y de haber visitado el país en varias ocasiones durante su infancia, la llegada definitiva representó un cambio profundo para esta ejecutiva de publicidad natural de Canóvanas.
“Mi mamá es panameña, mi papá es puertorriqueño. De pequeña siempre había visitado Panamá y lo conocía, pero lo conocía desde esta parte turística, como turista, no desde esta parte que ya vivo acá y ya soy casi parte de todo el entorno panameño”.
“El primer año fue un poquito sorprendente”, recordó. “Aunque somos latinos, somos diferentes. Uno piensa que por ser latinos todos los países son iguales, pero uno se cría de diferentes formas, y pues el primer año fue un poquito para mí en shock, porque las cosas que yo veía en Puerto Rico muchas veces eran muy diferentes a las que veía acá”.
Por ejemplo, dijo que “hablamos alto y en Panamá la gente habla un poco más bajito, somos ruidosos, en general me chocó el primer año, esa sensación de que te abren la puerta de la casa todo el mundo y en Panamá es poco a poco, esa confianza”.
“Después entendí que estoy en un país nuevo, me tengo que acoplar a la idiosincrasia, a la cultura, a la forma de ser del panameño. Y entendí esa parte, empecé a abrazar esas diferencias que, aunque somos latinos, también nos distinguen a cada uno de los lugares y países. Ese primer año me tocó un poquito, pero después como que lo entendí, lo asimilé y pude vivir con eso”, reflexionó.
Aplica con orgullo lo aprendido en los certámenes
Después de participar en Miss Universe Puerto Rico 2004, Miss Mundo 2004 y en Miss Tourism Queen International 2008, su mudanza a Panamá marcó el inicio de una nueva etapa. Aunque continuó modelando de forma ocasional, su atención principal estaba en sus estudios de maestría -del cual obtuvo un diploma en Comercio y Logística Internacional- y su trabajo.
Destaca que esa etapa fue esencial para su crecimiento, ya que el modelaje y los concursos le dieron herramientas valiosas. “Parte de lo que soy ahora como profesional siempre digo que se lo debo al modelaje y al concurso de belleza, porque al final nos da responsabilidad, persistencia, manejo de muchas maneras, y creo que eso me aportó mucho a lo que soy profesionalmente ahora”.
En cuanto a un posible regreso, aseguró que, aunque los certámenes de belleza han evolucionado —siendo ahora más inclusivos y con requisitos menos estrictos—, ese ciclo ya quedó atrás. “Creo que esa etapa ya la cerré. Si hiciera algo relacionado con los concursos de belleza o el modelaje, sería desde otra faceta, tal vez como asesora o stylist. No es algo a lo que me dedique, pero siempre está presente. Ya le dediqué mucho tiempo y fue una etapa que me hizo feliz, pero siento que estoy en otro momento y me dedicaría a otras áreas, no como concursante, sino asesorando a reinas de belleza o en estilismo de ropa o maquillaje, si alguna vez lo hiciera”, aseguró la líder en estrategias de marketing de 41 años.
¿Eres o conoces de algún boricua que vive fuera de la isla y quiere contar su historia? Escribe a historiasph@gfrmedia.com.