Pinky, el flamenco solitario que ha hecho de Camuy su hogar, no ha sido visto en los pasados días, luego de que la charca en la que suele pasarse desde hace una década se secara.

Su paradero es desconocido tanto en la Ciudad Romántica como en Barceloneta, pueblo que en ocasiones ha recibido su visita.

El comisionado del Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Henry Ferrer; el representante de Camuy, Joel Franqui, y la Policía Municipal de Barceloneta confirmaron por separado que se desconoce el paradero de Pinky.

“Hasta el momento, no nos han informado que lo hayan visto. Vamos a estar pendiente a visualizarlo”, indicó el comisionado del Cuerpo de Vigilantes a Primera Hora.

El primer avistamiento de Pinky fue el 19 de enero de 2009, hace ya 10 años. El hábitat principal de esta ave rosada lo fue una charca frente a la playa Peñón Amador de Camuy. Allí, se alimentaba de crustáceos y material vegetativo.  

Sin embargo, desde hace varias semanas esta charca, creada por el nivel freático del mar, se ha secado.

El representante Franqui, quien en el pasado presentó legislación para buscarle una pareja a Pinky, indicó que personal de su oficina también lo ha buscado en la charca de Juan Amador, ubicada en una vaquería del barrio Bajuras de Camuy, pero allí tampoco ha sido visto desde principios de mes.

Pinky. (Archivo)
Pinky. (Archivo)

Esta otra charca, que Pinky también ha engalanado, “está bajo el nivel de lo normal, pero tiene más aves”, explicó el legislador.

Esta no es la primera vez que el flamenco no es encontrado por los residentes de la zona de Camuy, Arecibo y Barceloneta. En mayo del pasado año se formó un revuelo cuando se aseguraba que había fallecido. No obstante, el ave fue encontrada en la vaquería “vivita y coleando”, según se informó en las redes sociales.  

Los flamencos, que se distinguen por su plumaje rosado, suelen estar en grupos. Pero, Ferrer confirmó que Pinky es la única ave de este tipo que reside en Puerto Rico.

Estas aves suelen vivir entre 25 a 30 años. Se cree que cuando llegó, hace una década, Pinky estaba en una etapa juvenil.  

Por otro lado, el comisionado del Cuerpo de Vigilantes indicó que no hay ningún trato especial en la Isla para este flamenco.

"No se le da vigilancia especial. Sí le garantizamos la misma protección que a todas las aves en Puerto Rico", expuso.