Estamos en agosto, hace calor, llueve en las tardes y los estudiantes regresaron ya a la escuela. Todo va de lo más normal para este mes, pero… ¿y los huracanes que siempre se forman en agosto?

Por primera vez en más de 35 años no ha habido actividad ciclónica en el Atlántico desde mediados de julio hasta la mitad de agosto. El huracán Barry fue el último sistema nombrado este año y este se desintegró el 15 de julio. Desde entonces solo ha habido una depresión tropical.

Según el Centro Nacional de Huracanes (CNH) en Miami, en promedio, la primera tormenta se forma para 9 de julio y el primer huracán para el 10 de agosto. De hecho, establece que lo normal es que en este mes se formen cuatro tormentas y dos huracanes. Eso no ha ocurrido.

“Esto se debe a una combinación de diferentes factores, aunque no se sabe a ciencia cierta. Uno de estos pudiera ser la cantidad de particulado (polvo del Sahara) que hay en el Atlántico, lo que inhibe la formación de sistemas”, explicó Ernesto Morales, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología en San Juan.

Además, la presencia de vientos cortantes en la región no ayudan al desarrollo de fenómenos ciclónicos.

“No quiere decir que no vayan a formarse huracanes”, alerta Morales.

Por su parte, el meteorólogo especialista en los pronósticos para las temporadas de huracanes de la Universidad de Colorado, Philip Klotzbach, detalló en Twitter que el hecho de que no se formara ningún sistema del 15 de julio al 18 de agosto, ha pasado en tres ocasiones; 1982, 1984 y 1999.

La temporada de huracanes de 1982 terminó con solo seis tormentas tropicales, dos huracanes y uno mayor, lo que Klotzbach la cataloga como una inactiva, muy por debajo de lo normal.

Mientras, la temporada de 1984 terminó siendo una normal con 14 tormentas tropicales, de las que cinco alcanzaron la categoría de huracán y uno de ellos alcanzó categoría cuatro. Ese año, la primera tormenta nombrada se formó el 28 de agosto. Luego en septiembre hubo una explosión de sistemas con seis tormentas y dos que lograron ser huracanes. Ese año, el último huracán se formó en diciembre.

En 1999, no obstante, hubo 12 tormentas tropicales y ocho huracanes de los que impresionantemente cinco fueron mayores.

“Aun así, la perspectiva de la temporada, cuando se actualizó a principio de agosto, se aumentó la cantidad de tormenta que se esperan”, dijo a este diario Morales.

La NOAA había dicho en mayo que esperaba de 9 a 15 tormentas, de los que de 4 a 8 pudieran ser huracanes y 2 de 4 serían huracanes intensos. La primera semana de agosto aumentó esos números por el fin del fenómeno de El Niño en el Pacífico. Los nuevos estimados fueron de 10 a 17 tormentas, 5 a 9 huracanes y de 2 a 4 huracanes intensos.

Así que a medida que se acerque el mes de septiembre, se espera que el ambiente se torne favorable para el desarrollo de los sistemas.

“Climatológicamente va a tornarse más activo”, aseguró Morales.

Septiembre es el pico de la temporada de huracanes.

“Vivimos en el trópico y esto es parte de vivir en esta región. Así que solamente nos queda prepararnos”, sentenció a la vez que recordó que el paso de un solo sistema por Puerto Rico es suficiente para que nosotros consideremos activa la temporada.

Actualmente, según el CNH no se espera desarrollo ciclónico en el Atlántico por los próximos cinco días.