Desde sus orígenes con los hermanos Wright, la industria de la aeronáutica experimentó cambios -tanto en materia de diseño, tecnología, eficiencia, sostenibilidad y accesibilidad- que revolucionaron y redefinieron el concepto de lo que significa viajar en avión.

En este campo, uno de los participantes que definen el flujo del sector es la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, la NASA (por sus siglas en inglés), a cargo de la exploración del espacio y de la investigación aeronáutica.

La última novedad concierne al X-59, su avión supersónico silencioso, cuyo proyecto empezó hace más de seis años con un presupuesto de $247.5 millones, y cuyo vuelo debut se concretará el próximo viernes 12 de enero, después de varios retrasos y pruebas estructurales de por medio. El hito se transmitirá en vivo y se podrá ver desde cualquier lugar del mundo.

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El X-59 es parte del programa QueSST (Tecnologías Espaciales y de Detección Mejoradas por la Cuántica) de la NASA, que nace con el fin de determinar la viabilidad y aceptabilidad de la reintroducción de las aeronaves comerciales supersónicas para el transporte aéreo de pasajeros, algo que desapareció tras el retiro del Concorde en 2003, debido a prohibiciones y restricciones impuestas por el ruido generado al romper la barrera del sonido.

Todo lo que hay que saber sobre el X-59

Cuando se habla de vuelos supersónicos se hace referencia a vuelos operados por aeronaves que se mueven a velocidades superiores a los 1225 kilómetros por hora (equivalente a Mach 1). Es decir, una velocidad superior a la del sonido. Cuando esto sucede se produce la llamada “onda de choque” o “cono de Mach”, una onda de presión que se forma alrededor de la aeronave a medida que atraviesa el aire y que, con ciertas condiciones atmosféricas, puede observarse como un fenómeno visual.

Con 30 metros de largo y 4.27 metros de alto, el X-59 podrá alcanzar una altitud de crucero de 16,764 metros, y volar a 1760 kilómetros por hora (equivalente a Mach 1.42). A nivel de diseño, posee unas alas en forma de flecha para entrar en la atmósfera con mayor suavidad y cuenta con un único motor F414-GE-1000 colocado en la parte superior de la cola. También va a incluir un sistema de visión externo en HD para ver en tiempo real lo que sucede.

En el video, emitido por la NASA hace dos años, puede observarse parte del ensamblaje de la aeronave a medida que iba tomando forma.

Además de querer probar que es posible superar la marca de Mach 1, otro de los puntos que quiere abordar el programa QueSST es el silencio. La pretensión, en este sentido, es reducir el estampido sónico habitual de este tipo de vuelos a algo apenas audible. Más de 175 sistemas de grabación en tierra medirán el sonido proveniente del X-59.

Además, pasadas las primeras dos fases del programa -en las que el objetivo es poner a prueba la tecnología supersónica y el rendimiento real de la aeronave en el aire- se pasará a la tercera y última fase, cuyo comienzo está previsto para 2026 y que implicará sobrevolar varias ciudades de Estados Unidos. Durante esta instancia se llevarán a cabo encuestas a los residentes de dichas ciudades, con el fin de determinar el carácter invasivo de la presencia supersónica del avión.

Transmisión en vivo

De principio a final, el debut del supersónico X-59 será transmitido en tiempo real y podrá verse desde cualquier lugar del mundo a través de varios canales oficiales de la NASA, entre ellos su canal de televisión, su app para smartphones, tablets y otros dispositivos móviles, su canal de YouTube y su sitio web.

La transmisión comienza a las 4:00 pm, hora del este e incluirá la transmisión de la ceremonia de inauguración, organizada por Lockheed Martin, su contratista principal, que se llevará a cabo en el desierto de California, Estados Unidos.

Varios personajes del rubro expondrán sus visiones con relación al evento aeronáutico. Entre ellos están Pam Melroy, administradora adjunta de la NASA; James Free, administrador asociado de la NASA; Bob Pearce, administrador asociado y director de misiones de investigación aeronáutica; John Clark, vicepresidente y director general de Skunk Works; y Greg Ulmer, vicepresidente ejecutivo de aeronáutica de Lockheed Martin.

Los miembros del público pueden registrarse para obtener su propia tarjeta de embarque virtual para el primer vuelo del X-59. A través de la experiencia de registro de vuelo de la NASA, los nombres de los participantes se digitalizarán y descargarán en un dispositivo de almacenamiento que será llevado personalmente por el piloto del X-59. Los participantes también recibirán una tarjeta de embarque con sus nombres, y el vuelo se ingresará en sus libros de registro.

El gran motivo detrás de la misión

A mediano plazo, la gran meta detrás del programa QueSST de la NASA es demostrar la viabilidad de los vuelos supersónicos comerciales.

Los datos recopilados a través de las pruebas llevadas a cabo en la Fase 3 del programa se entregarán a los reguladores estadounidenses e internacionales, la Administración Federal de Aviación y la Organización de Aviación Civil Internacional, para que los consideren al cambiar -o mejor dicho, ajustar- las restricciones que desde la década del 1970 limitan las operaciones de vuelos supersónicos comerciales.

En el caso de materializarse la pretensión de la NASA sobre los marcos regulatorios que rigen la industria de la aeronáutica, sería posible conformar una flota comercial de aviones supersónicos, que permitiría a los pasajeros subirse a un avión y llegar desde destinos lejanos en la mitad del tiempo.