El arresto en diferentes partes del mundo de casi un centenar de personas vinculadas a la distribución de un programa que permite tomar control de computadoras desde la distancia volvió a enviar un alerta de que ninguna persona está a salvo de que obtengan su información personal.

Según el Negociado de Investigaciones Federales (FBI), más de medio millón de computadoras en 100 países han sido manipuladas por cibercriminales que se valen de un programa para entrar en ellas y, lo mismo pueden tomar información que encender la webcam y grabar a la persona o hasta utilizar la computadora como “arma” para un ataque cibernético masivo.

En el caso del operativo del FBI y de agencias de seguridad de 16 países, los detenciones están relacionadas con el uso y distribución de BlackShades, un programa que se puede conseguir por $40 y que se vende desde 2010.

Wilton Vargas, editor de un sitio de Internet especializado en tecnología en español, explicó que con el BlackShades las computadoras se pueden convertir en “zombies”.

“Lo que han hecho estos programadores es desarrollar un método para distribuir este programa de forma tal que, sin permiso del usuario, pueden infiltrarse y ahí toman control de la computadora. Además de recoger la información personal que la persona tenga (contraseñas, números de tarjeta, etc.), puede hacer que la computadora lleve a cabo tareas específicas. Las convierten en zombies y muchas personas no tienen idea de lo que está pasando”, explicó.

Con miles de computadoras en estado zombie se pueden llevar a cabo ataques cibernéticos que “tumban” páginas momentáneamente.

“Cuando tú oyes por ahí que Facebook se cayó, que Google se cayó, esos son ataques cibernéticos que se hacen por medio de miles de computadoras que ha sido instruidas (por remoto) para que todas traten de hacer caer un website”, indicó el especialista de Tecnetico.com.

A juicio de Vargas, eso es lo que está detrás de la utilización maliciosa del programa.

RAT, las siglas de Remote Administration Tool, no es necesariamente ilegal porque hay usos legítimos y existen programas lícitos que tienen esa función. Claro, no es para entrar sin permiso del usuario y mucho menos robar información personal.

“Es una herramienta que tiene su razón de ser, pero como todo, puede haber uso malicioso; como un martillo, tiene su uso pero le puede quitar la vida a una persona”, expuso.

Para evitar que a través de BlackShades o cualquier otro programa similar le invadan la computadora es esencial que se mantenga actualizada y protegida para que no sea detectada por quienes buscan “mercancía mal puesta”.

“Estas personas usan herramientas que escanean, hacen como una búsqueda en Internet y detectan las que no están protegidas. Es como pasar por un vecindario y entrar a la casa de quien dejó la ventana o la puerta abierta”, sostuvo.

Ha habido casos que han llegado a corte, de mujeres que han sido espiadas desde sus propias webcam.

“El RAT permite que se pueda prender remotamente la webcam. Prenden la cámara y el único indicador de que está prendida es una lucecita que está al lado, pero hay personas que ni se percatan”, señaló.

Aunque los fabricantes de programas lícitos tratan de salirle al paso al uso malicioso de sus creaciones, la realidad es que fuera de las grandes corporaciones hay gente tan talentosa como las que trabajan con las marcas conocidas.

“Los fabricantes de sistemas operativos actualizan sus sistemas pero no tienen forma de detectar todos los posibles fallos que puedan tener. Ahí vienen estas personas talentosas con mucho tiempo en sus manos y aprovechan las fallas para hacer lo que quieren hacer. Los manufactureros lo descubren, tapan el hoyo y aparecen otros”, describió sobre un cadena que ocurre una y otra vez.

Por lo sofisticado del programa, es casi imposible que una persona detecte que están metidos en su computadora.

“No queda inservible. Por lo general, puedes notar que está un poco lenta, pero no es un indicador suficiente”, aclaró.