Investigaciones recientes han demostrado que el simple hecho de escuchar el canto de los pájaros puede tener efectos positivos sobre la salud mental.

Los estudios indican que estos sonidos naturales incrementan la sensación de bienestar y de claridad mental, reduciendo los síntomas de ansiedad y depresión en las personas.

Pasar tiempo en la naturaleza ha sido relacionado desde hace años con beneficios físicos y emocionales, sin embargo, investigaciones recientes muestran que no es necesario estar físicamente en un entorno natural para obtener parte de esos efectos benéficos; basta solo con escuchar los sonidos del entorno, especialmente el canto de los pájaros.

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¿Por qué es tan especial este sonido?

De acuerdo con Cindy Frantz, psicóloga social y ambiental del Oberlin College and Conservatory, citada por “National Geographic”, los humanos somos seres sociales: “estamos programados para querer contactar con las cosas”.

Es decir, que nuestro cerebro busca no solo crear vínculos con otras personas, sino también con los elementos del entorno natural, incluidos los pájaros.

Un estudio realizado en 2022 con más de 1,300 participantes y publicado en “Scientific Reports” encontró que las personas que escuchaban o veían pájaros reportaban una sensación de bienestar mental significativamente mejor, incluso más allá de los efectos positivos de estar en contacto con áreas verdes o cuerpos de agua (cómo ver árboles u oír las olas del mar). El encuentro con las aves prolonga el impulso de la salud mental durante horas.

Conoce algunas de nuestras especies endémicas.

Mientras, otro estudio realizado el mismo año con 295 personas, publicado en la misma revista, destacó el contraste entre escuchar el sonido de la naturaleza y los entornos urbanos. Aquellos que escucharon seis minutos de canto de pájaros a través de audífonos informaron sentirse menos deprimidos, ansiosos y paranoicos.

De manera similar, una investigación realizada en el 2020 por parte de la Universidad Politécnica Estatal de California reprodujo grabaciones de los cantos en senderos de Boulder, Colorado. Los participantes que caminaron por las rutas con este “coro fantasma”, que duró solo 10 minutos, sintieron una mayor restauración cognitiva y una mejoría en la claridad mental.

La respuesta del cerebro al canto de los pájaros

Los expertos del estudio sostuvieron que los cantos de los pájaros actúan como señales de seguridad. En cambio, un bosque silencioso, puede dar señales de peligro para el cerebro. Esta interpretación ancestral podría explicar por qué los sonidos naturales generan una sensación de calma.

Además, escuchar a las aves ayuda a concentrarse en el presente. Los científicos lo asocian con un tipo de atención llamada “fascinación suave”, que involucra los sentidos sin sobrecargas, a diferencia de los estímulos urbanos intensos.

Los investigadores coinciden en que la experiencia directa con la naturaleza ofrece los mayores beneficios, aunque las grabaciones de cantos también pueden ser útiles.

Según Frantz: “Aprender los nombres de las aves puede fortalecer el vínculo con la naturaleza”.

Detenerse a escuchar y reconocer sus cantos, concluyó, puede ser una manera sencilla y efectiva de cuidar la salud mental.