Llegó el mes de agosto y con él viene el inicio del periodo en el que escuchamos hablar más de tormentas y huracanes de camino al Caribe. 

También es el momento en que históricamente hemos recibido el azote directo de fenómenos atmosférico intensos. 

Y es que en este periodo del año –entre los meses de agosto y septiembre– las ondas tropicales que salen de África encuentran condiciones óptimas para desarrollarse como poderosos ciclones tropicales. 

Esto, sin embargo, no representa motivo de alarma, pero sí invita a prepararse a tiempo para cualquier eventualidad, ya que nuestro país se encuentra en la ruta de las tormentas y huracanes del Atlántico.

¿Y qué es lo que pasa en estos meses que más huracanes se forman? 

 David Sánchez, meteorólogo en el Servicio de Meteorología de Estados Unidos en Puerto Rico, explicó que entre los factores que permiten la formación de tormentas en estos meses se destaca la disminución del molestoso polvo del Sahara.

“Se observa en las condiciones, en el Atlántico, menos polvo del Sahara, lo que ayuda al desarrollo de las ondas tropicales”, dijo Sánchez.

“Ese polvo normalmente es una masa de aire seco, con vientos fuertes y secos que no dejan que los sistemas se organicen... Al disminuir ahora hay más humedad para el desarrollo de esos disturbios”, explicó.

Aunque se mantiene igual la frecuencia con que emergen de África la ondas tropicales -una cada tres o cinco días- el ambiente está menos “favorable”.

Además de la disminución del particulado, las aguas en la principal zona de desarrollo están bastante cálidas para este tiempo y también hay una disminución en los llamados “vientos cortantes”.

“Siempre van a haber los vientos cortantes en algunas áreas. Por eso se monitorea el fenómeno de El Niño (en el océano Pacífico). Cuando estamos en la época de El Niño hay más vientos cortantes. Ahora, sin embargo, estamos en condiciones neutrales. Puede que en ocasiones haya (vientos cortantes) y en ocasiones no”, explicó sobre por qué se entiende que hay altas posibilidades de una temporada activa este año.

El pronóstico oficial de la estadounidense Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA en inglés) es para que este año haya una temporada normal o por encima de lo normal.

La agencia estima que se desarrollen entre 11 y 17 tormentas, de las que ya se han formado seis.

Lo importante, según enfatizó Sánchez, es estar preparado.

“Aunque se pronostiquen 20 tormentas, basta con una que nos afecte... Siempre hay que estar preparado”, sentenció.

Siempre listos

Las personas deben conocer la diferencia entre un aviso y una advertencia de huracán.

Un aviso se emite cuando el fenómeno está cerca de llegar a un área específica dentro de las próximas 24 horas. 

Mientras que la advertencia se refiere a cuando el huracán está cerca de llegar a un área específica dentro de las próximas 36 horas. 

Entre las recomendaciones que brinda la Cruz Roja Americana para estar listos en caso de que un huracán afecte a Puerto Rico están sintonizar medios de comunicación para mantenerse informado, asegurar y llevar dentro del hogar los artículos que el viento pueda arrastrar (bicicletas, muebles del patio, etcétera), llenar el tanque de gasolina del auto, abastecerse de suficiente agua potable, baterías, comida enlatada y un kit de primeros auxilios.

La temporada de huracanes termina el 30 de noviembre.