Cinco mentes prodigiosas, una fuerte amistad y Haram B, su pequeño y rápido robot, llevaron a Liam Mercado, Ramón Meléndez, Orlando Vázquez y Sebastián Caballero a ganar un pase a las mundiales de robótica y representar a Puerto Rico del 19 al 22 de abril en Louisville, Kentucky.

“Cuando empezamos no teníamos la visión de llegar a las mundiales, pero sí el hambre de ganar como todo equipo”, describió Liam, diseñador y mécanico de Haram B.

Mientras que Orlando, mecánico, diseñador y coach de los “drivers”, enfatizó “Nos propusimos ir a las mundiales. El año pasado quedamos campeones, pero no pudimos viajar, porque éramos rookies”.

Para poder hacerlo no solo bastó con proponerse una meta, si no ponerle corazón a una actividad que al ser una experiencia extracurricular, no añade a su promedio académico.

“Ganamos en las competencias Latinoamericanas en las categorías de High School Pro, que se llevaron a cabo en Manatí en el mes de febrero. Estas son las que dieron pie para ir a las mundiales”, rememoró Ramón, driver, diseñador y mecánico.

 Así que estos chicos, que cursan su décimo grado en la escuela Brígida Álvarez Rodríguez de Vega Baja, sin contar con un salón o una pista de práctica para probar su robot, y mucho menos con recursos económicos se dedicaron, junto a sus padres, a vencer todas estas limitaciones, e incluso, tomaron cursos en robótica.

“En nuestro primer año cogimos un curso que lo provee PRIOR (Puerto Rico Institute of Robotics, compañía que auspicia las competencias, aquí en Puerto Rico) de lo básico tuercas, tornillos, programación básica. Más dos compañeros del equipo, Keniel y Sebastián, fueron a un campamento de programación para profundizar más en el campo de la programación del robot y, entre todos, en el camino, fuimos aprendiendo”, sostuvo Liam.

Además el equipo cuentacon Efraín Caballero, el papá de Sebastián, como mentor.

“Al principio de las clases de robótica ellos tenían que tomar cursos en la (Universidad) Católica de Arecibo, por 12 sábados corridos e iba con Sebastián a tomar los cursos de robótica. Pero después que pasaron a la práctica y empezaba la construcción del robot, se vieron un poco trancados, entonces, ahí tocaron mi puerta para que participara de la clase. Vi lo que estaban haciendo y ahí empezó el amor un poco más”, describió Efraín.

Hoy, se preparan para el reto de las mundiales estudiando a la competencia, practicando y se amanecen analizando y preparando estrategias que le brinden a Haram B rapidez, agilidad y acumulación de puntos en un corto tiempo.

“La competencia, ahora mismo, está fuerte ya que hay un gran desempeño de los equipos de China, de Singapur y Hawaii. Tienen muy buenos robots. Queremos desempeñarnos bien en estas competencias, o sea ganar. Pero, aunque sea que entremos a las semifinales, sería ya una gran meta lograda, ya que es nuestra primera mundial y poder lograr algo así, sería brutal”, destacó Keniel el programador de Haram B.

Sobre la amistad y labor de equipo, aportó Sebastián, el capitán, driver y programador del 2250 E “Mi compañero Keniel me ayuda a programar. En la competencia nos turnamos entre Ramón y yo. El guía un juego y yo otro y Orlando y LIAM se turnan como ‘coach’ de los diferentes drivers”, destacó.

Sin embargo, después de llegar tan lejos, la falta de un empuje económico para costear sus boletos de avión y estadía en Kentucky, sumados a la inscripción del equipo que sobre pasa los $600 amenaza la oportunidad que consiguieron estos jóvenes.

Por lo que estos muchachos, producto del sistema público de enseñanza, están trabajando duro y contra el reloj para salir a Estados Unidos el 18 de abril.

El equipo 2250 E, que no cuentan con ningún tipo de auspicio comercial, se ha provisto de algunas ventas para reunir los $8,000 que necesitan, pero no ha sido suficiente.

Así que si desea puede realizar un donativo a la cuenta de Banco Popular 057-525-137 o por ATH Móvil (787) 617-1972.

De izquierda a derecha, Sebastián Caballero, Ramón Hernández, Keniel Cardona, Liam Mercado y Orlando Vázquez quienes se pintaron el pelo de rubio imitando al equipo nacional de béisbol. (PARA EL NORTE / ALVIN J. BÁEZ)