Las experiencias espirituales o religiosas activan el sistema de recompensa del cerebro, la misma zona que reacciona ante estímulos como el amor, la comida, el sexo o las apuestas, según un estudio científico divulgado este miércoles en la revista científica Social Neuroscience.

El trabajo corresponde a un equipo de científicos de la Universidad del estado de Utah que se propuso determinar cuáles son las redes del cerebro que se activan ante los sentimientos religiosos.

Los resultados de la investigación muestran que este tipo de experiencias también se asocia con la corteza prefrontal medial, una región del cerebro que se activa con tareas que involucran un juicio moral, pues regula el comportamiento social.

Para realizar este estudio, los científicos estudiaron un grupo de 19 personas de la comunidad mormona -una fuerte corriente religiosa en el estado de Utah- que realizó tareas que implicaban sentimientos espirituales, como la lectura de fragmentos del libro de mormón, obra canónica de esta comunidad religiosa.

"Los participantes tenían un botón en el pecho que debían presionar cuando experimentaban un sentimiento religioso", destacó Michael Ferguson, investigador de la Universidad de Utah que participó en este estudio. "Nos preguntábamos si podrían experimentarlos, porque estar dentro de una máquina no es igual que estar en una catedral o en un entorno lindo. Nos emocionamos mucho cuando vimos que podían", agregó.

A través de imágenes producidas por resonancia magnética, los expertos pudieron observar que los sentimientos religiosos más poderosos activaban el núcleo accumbens del cerebro, un grupo de neuronas asociadas a experimentar placer y recompensa.

"También se activaba la corteza prefrontal medial, lo que indica que hay muchos pensamientos conceptuales intensos, además del componente emocional, en su experiencia religiosa", señaló el investigador.

Para los científicos de Utah, es importante conocer cómo funciona el cerebro ante los estímulos espirituales, pues la religión tiene una presencia muy fuerte en el estado y casi el 60% de la población es miembro de la comunidad mormona.

"Este es recién el comienzo el entendimiento sobre cómo el cerebro participa en experiencias que los creyentes interpretan como espirituales, divinas o trascendentes", destacó Jeff Anderson, de la Universidad de Utah. "En los últimos años, la tecnología de imágenes cerebrales ha madurado en formas que ahora nos permiten alcanzar preguntas que han estado circulando durante milenios".

"Lo ideal sería repetir un estudio similar en una población católica, en una musulmana y ver si el mismo sistema se activa en los distintos grupos", agregó Ferguson.