Nueva York. Elio Morillo analiza cada semana los datos que le envía un robot a casi 480 millones de kilómetros de la Tierra. El robot de cuatro ruedas pronto recolectará muestras de rocas y sedimentos de Marte, informará sobre el clima del planeta rojo y allanará el camino para la futura exploración humana.

Las imágenes que el pequeño rover, llamado Perseverance, ha tomado en ese planeta han maravillado a medio mundo y acercado a muchos a descubrir un lugar que genera fascinación.

“Ha sido muy emocionante, obviamente, ver todas esas imágenes a color, los vídeos del descenso a Marte, que es completamente nuevo, nunca se había visto, con tanto detalle, como lo pudimos grabar en esta misión. Y también tenemos micrófono para escuchar que está ocurriendo mientras el robot se mueve”, dijo Morillo en una entrevista telefónica con The Associated Press, un ingeniero nacido en Ecuador y criado en Puerto Rico que lleva cinco años dedicado a Marte en la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, en inglés).

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El hispano está disfrutando además de otro logro: el lunes, Ingenuity, un pequeño helicóptero experimental que estaba dentro del Perseverance, realizó el primer vuelo jamás logrado en otro planeta. Morillo hace las pruebas de integración de software y es ingeniero de operaciones para Perseverance y para Ingenuity.

“No me lo creo todavía”, afirmó emocionado el experto, después de que Ingenuity se elevara unos tres metros durante 39 segundos. El pequeño salto fue gran noticia en medios de comunicación de todo el mundo.

Morillo vive en Los Ángeles y trabaja en el banco de pruebas del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en Pasadena, California.

Se dedica a recibir información por parte del robot, que le informa de las coordenadas y el estado de éste. A partir de esa información se construyen secuencias e instrucciones que se envían al Perseverance para que éste actúe de forma autónoma. Su trabajo implica a veces empezar a trabajar en plena noche: Morillo dice que tiene que recopilar información en horas particulares para enviar secuencias por la mañana.

Al Perseverance le tomó siete meses llegar a Marte. En julio del 2020 Morillo viajó a la Florida para presenciar el lanzamiento del robot al espacio.

“Fue increíble poder compartir ese momento con mi mamá”, señaló el ingeniero de 27 años, cuya madre ecuatoriana vive en la Florida, al igual que su hermano mayor. El padre de Morillo también es ecuatoriano.

El aterrizaje, o “amartizaje” como lo llama Morillo, del Perseverance en Marte ocurrió este pasado febrero.

El experto vivió en Ecuador hasta los cuatro años. Condiciones económicas en el país forzaron a la familia a irse a Nueva York en 1997, y desde allí, a Caguas, Puerto Rico, para regresar a Nueva York de adolescente. El hispano, quien siempre estuvo interesado en la ciencia, accedió a la Universidad de Michigan, donde estudió ingeniería mecánica.

Trabaja en la NASA desde el 2016 y asegura que la industria espacial se expande cada año más y más, aunque el número de hispanos que trabajan en la agencia espacial son pocos. De momento, asegura sentirse honrado de aportar a la ciencia y arquitectura necesarias para una eventual presencia del ser humano en Marte. De hecho, a él le gustaría ser astronauta.

“Solamente hasta la Luna porque a Marte no me atrevo”, precisó Morillo, riendo. “Para eso hago robots”.