No tiene nada que ver con sangre ni con que mañana es Sábado de Gloria, el momento en el que los cristianos están de luto por la muerte de Jesucristo, según la Biblia. Tampoco tiene que ver con magia ni trae mal de ojo, como apuntan algunas supersticiones.

El eclipse total de Luna que veremos en la madrugada de sábado para domingo se pintará de rojo por una sencilla razón: La Tierra bloqueará totalmente la luz del sol con respecto a la Luna, y la poca iluminación que le tocará será indirecta, al pasar por la atmósfera del nuestro planeta. Lo que quedará será una sombra que podría fluctuar entre marrón y amarillo y eso es lo que va a “colorear” la superficie de nuestro satélite.

De acuerdo con la  Nasa, “si la Tierra no tuviera atmósfera, la luna estaría completamente a oscuras”. Sin embargo, las tonalidades que tomará el satélite  “dependerá de cuánto polvo y nubes estén presentes en la atmósfera terrestre”.

Como dato interesante, el eclipse de mañana será el más corto del siglo 21.

La ñapa: algunos mitos sobre los eclipses

1. Los incas pensaban que los eclipses de sangre se debían a que un jaguar había mordido el satélite, por lo que trataban de espantar a la fiera haciendo ruido e incluso azotando a sus perros para que, con sus aullidos, la bestia dejara tranquila a la Luna.

2. En la antigua Mesopotamia, los eclipses eran causados por siete demonios en un intento por usurpar el poder del rey. Como tenían la capacidad de predecir los eclipses, cuando sabían que venía uno de camino colocaban un rey “de mentira”, en un intento de que si era atacado el rey auténtico se salvara. Según National Geographic, “el rey ficticio era del pueblo, sin importancia, mientras el verdadero se disfrazaba de ciudadano común”. Al final del evento, el doble “desaparecía”… generalmente envenenado.

3. En Sudáfrica, particularmente en Batammaliba, parte de Togo y Benin, durante un eclipse el Sol y la Luna están peleando.  “En este mito”, señala la astrónoma cultural Jarita Holbrook, “las personas le imploran a la estrella y al satélite que dejen la guerra y se ve como un momento para resolver viejos conflictos”. El mito todavía está vigente.

Fuentes: www.nasa.gov,news.nationalgeographic.com