SAN FRANCISCO. OpenAI ha lanzado la quinta generación de la tecnología de inteligencia artificial que impulsa ChatGPT, una actualización del producto que se está siguiendo de cerca como indicador de si la IA generativa está avanzando rápidamente o llegando a un punto de estancamiento.

GPT-5 llega más de dos años después del lanzamiento de GPT-4 en marzo de 2023, poniendo fin a un periodo de intensa inversión comercial, expectación y preocupación por las capacidades de la IA.

En previsión de ello, su rival Anthropic lanzó a principios de semana la última versión de su propio chatbot, Claude.

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Las expectativas son altas para la nueva versión del modelo insignia de OpenAI, ya que la empresa de San Francisco lleva mucho tiempo posicionando sus avances técnicos como un camino hacia la inteligencia artificial general, o AGI, una tecnología que se supone que superará a los humanos en trabajos de valor económico.

También está tratando de recaudar enormes cantidades de dinero para lograrlo, en parte para pagar los costosos chips informáticos y centros de datos necesarios para construir y ejecutar la tecnología.

OpenAI comenzó en 2015 como un laboratorio de investigación sin ánimo de lucro para construir de forma segura la AGI y, desde entonces, se ha constituido como una empresa con ánimo de lucro con una valoración que ha crecido hasta los 300 000 millones de dólares. La empresa ha intentado cambiar su estructura desde que la junta directiva sin ánimo de lucro destituyó a su director ejecutivo, Sam Altman, en noviembre de 2023. Este fue reinstaurado en su cargo días después y sigue al frente de OpenAI.

Ha encontrado obstáculos para escapar de sus raíces sin ánimo de lucro, entre ellos el escrutinio de los fiscales generales de California y Delaware, que supervisan las organizaciones sin ánimo de lucro, y una demanda de Elon Musk, uno de los primeros donantes y fundador de OpenAI.

Más recientemente, OpenAI ha anunciado que convertirá su empresa con ánimo de lucro en una corporación de beneficio público, que debe equilibrar los intereses de los accionistas y su misión.