Realizan en Colombia la primera cirugía fetal intrauterina para corregir la gastrosquisis
El crecimiento de los órganos intestinales fuera de la pared abdominal del feto puede ser mortal para la criatura.

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En 1940 fue operada exitosamente la primera persona en el mundo que logró sobrevivir a una gastrosquisis. Esta enfermedad es, básicamente, un defecto en la pared abdominal del feto que provoca la salida de sus órganos intestinales hacia el exterior de su cuerpo mientras este aún se encuentra en gestación.
Normalmente, se diagnóstica desde la semana 12 de gestación y afecta a entre 4 y 7 de cada 10,000 nacidos vivos en el mundo. Sin embargo, hasta 2025, la única forma de tratar esa patología era esperar a que el niño naciera para poder realizar una intervención quirúrgica compleja, que además no garantizaba éxito y que es altamente costosa. Este año, un equipo multidisciplinario de médicos colombianos acaba de cambiar el futuro de quienes desarrollen dicha enfermedad.
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En un logro médico sin precedentes, un grupo de especialistas colombianos realizó la primera cirugía fetal intrauterina exitosa en el mundo para corregir la gastrosquisis. La intervención fue realizada por el equipo de cirugía y terapia fetal de la Clínica General del Norte en Barranquilla, liderado por el médico perinatólogo Miguel Parra Saavedra. Este hito, dijo Parra, marca un antes y un después en la medicina fetal para atender la gastrosquisis a nivel mundial.
“Hasta este año, a nivel mundial, esta era una patología que solo se manejaba de forma postnatal, lo que tiene varios inconvenientes, pues esta patología es progresiva. Es decir, mientras el bebé está dentro de la madre con sus intestinos fuera de su cuerpo, se genera una desproporción porque no crecen al ritmo que deberían. Adicionalmente, este intestino se puede torcer, es decir, se gira sobre sí mismo y puede dañar su circulación y esto puede generar que el bebé muera dentro del útero, o que pierda parte de su intestino al nacer. En América Latina, más o menos 1 de cada 3 niños que tiene esta enfermedad fallece. Esto nos llena de esperanza”, destacó Parra.
La historia de un procedimiento que cambia la cirugía fetal
La gastrosquisis es un defecto que causa que los intestinos del bebé se protruyan fuera del abdomen y floten en el líquido amniótico de la madre, lo que deteriora su funcionalidad y pone en riesgo la vida del feto. “Hasta ahora, esta condición se trataba exclusivamente después del nacimiento, pero eso conllevaba altísima mortalidad, estancias prolongadas en unidades de cuidados intensivos y múltiples cirugías para el bebé”, explica el doctor Parra.
Lo que hizo el grupo interdisciplinario de especialistas de la Clínica General del Norte, que hace parte del Grupo Zentria, fue desarrollar un innovador protocolo quirúrgico de dos pasos con el cual los médicos lograron corregir del bebé la malformación mientras este se encuentra en gestación.
En ese sentido, en enero de este año se realizó la primera parte de la intervención, que consistió en la miorrelajación de la pared abdominal fetal con toxina botulínica. Esta sustancia, conocida por su uso en tratamientos estéticos y neurológicos, fue aplicada para relajar los músculos del abdomen del feto, facilitando la reducción segura de los órganos expuestos y minimizando el riesgo de complicaciones postoperatorias. Gracias a esta estrategia, se logró disminuir la presión dentro del abdomen del bebé, optimizando el éxito de la cirugía.
Posteriormente, en la semana 25, se realizó la segunda parte de la intervención a través de una fetoscopia, una técnica mínimamente invasiva que permite operar dentro del útero sin necesidad de abrir completamente el abdomen de la madre. Terminada la cirugía la madre continuó su gestación de forma normal bajo el cuidado y revisión constante del equipo de la Clínica. “Por primera vez en la historia de la medicina, un bebé con una malformación mayor fue curado dentro del útero y nació completamente sano”, cuenta Parra.