Como parte de una estrategia de venta que establece un precedente en la industria farmacéutica, la famosa píldora Viagra, que ha representado la salvación para hombres con disfunción eréctil, se podrá comprar directamente a la farmacéutica Pfizer con una receta médica a través de la Internet.

Pero sectores que hasta ahora servían como los intermediarios entre la industria manufacturera de fármacos y los pacientes se han quedado sorprendidos con la medida que podría ser adoptada por otras multinacionales para vender sus medicamentos. Pfizer aseguró ayer que comenzó a montar su página web donde se podrán hacer las compras directas.

Aunque la compañía CVS procesará electrónicamente las recetas para la farmacéutica, la iniciativa ha levantado críticas ante el temor que se reemplace al farmacéutico como un intermediario entre el médico y el paciente. No obstante, Pfizer precisamente defendió su nuevo plan de venta ante hombres que puedan sentirse “abochornados” al enfrentar el farmacéutico y el hecho de que su producto es uno de los más pirateados en la empresa de fármacos ilegales. Las razones esbozadas no resuenan en el Colegio de Farmacéuticos de Puerto Rico.

“La labor más importante que existe entre el paciente y el farmacéutico es el cuidado que este profesional brinda. Ahora no sabemos si se le dará ese cuidado”, sostuvo el presidente del Colegio, Héctor Rodríguez, quien aseguró que la farmacéutica actualmente está adoptando una estrategia de ventas que ella misma criticó hace dos años por farmacias que vendían la droga por la Internet. Cabe destacar, sin embargo, que la Web también ha facultado el surgimiento de muchos “frentes” o tapaderas que venden drogas pirateadas de Viagra con efectos sumamente dañinos para el usuario. Aun así, Pfizer generó cerca de $2,000 millones el año pasado con la venta de la pastillita azul, la cual también es criticada por su alto costo.

“Eso va en contra de los canales correctos de distribución. Lo que no podemos decir a ciencia cierta es quién vigilará las interacciones y reacciones adversas cuando no media el cuidado farmacéutico y a quién va ir el paciente a solicitar consejo”, añadió el especialista, quien enumeró otros consejos vitales.

Por otro lado, la directora ejecutiva de la Asociación de Farmacias de Comunidad, María Isabel Vicente Mestre, indicó que no hay un cuidado farmacéutico con el nuevo plan.

“La persona tiene que pasar tanto trabajo para comprarla por la website que para eso se va a una farmacia. Yo hice una prueba y me levanta muchas banderas y me preocupa”, aseguró Vicente Mestre, quien subrayó que la página no ofrece unas opciones prácticas y lógicas para el paciente.

“Una persona que tiene problemas cardiacos tiene que ser orientado por el médico y debería recibir la orientación del farmacéutico. Hoy día las personas tienen que tener la confianza para hablar con el farmacéutico. Hay personas que toman más de 10 medicamentos y hay que tener mucho cuidado con la interacción de los fármacos”, sostuvo.

Por otro lado, la ex presidenta del Colegio y de la Asociación Julie Hurtado subrayó que el precedente establecido por Pfizer podría resultar sumamente perjudicial si otras compañías adoptan la misma estrategia.

“Obviaría la participación del farmacéutico y abriría las puertas que otras compañías despachen directamente los medicamentos a sus pacientes”.

Pero otros expertos en el tema, como el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, Eduardo Ibarra, expresaron una mezcla de optimismo y cautela ante cambios que podrían alterar la industria de fármacos y que permitiría otros roles para el farmacéutico.

“Creo que es una iniciativa válida y hay que ver qué sucede”, sostuvo el galeno. “La industria de las farmacias ha ido cambiando a través de los años. Nadie se imaginaría hace unos años que una farmacia vendería licores y toda una gama de alimentos. Las farmacias no son lo que eran. Se han diversificado para tener más ingresos. Igualmente, estas compañías están viendo la forma de llegar directamente al paciente”, indicó Ibarra, quien también subrayó la necesidad de establecer los controles para salvaguardar al paciente y evitar la falsificación de recetas.