“Los precios a nivel de góndola todavía no han visto el impacto” del augurado incremento que se anticipa como secuela de la guerra entre Rusia y Ucrania, informó el vicepresidente de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), Manuel Reyes.

Sin embargo, el ejecutivo aceptó que no se han detenido los aumentos directamente relacionados a lo vulnerable que se encuentra el mercado de los alimentos a nivel mundial como consecuencia de la pandemia del COVID-19. Por tal razón, Reyes llamó a la prudencia a la hora de comprar y a no desesperarse. Recalcó que no se proyecta una escasez de alimentos, sino que afecte el bolsillo del consumidor.

“Tenemos que prepararnos. No es momento para gastos alegres”, puntualizó el funcionario en entrevista con Primera Hora.

Pese a que la guerra inició hace una semana, Reyes espera que el efecto al bolsillo del consumidor se comience a reflejar en los análisis de índice de precios en unos dos meses.

Señaló que lo primero que se notaría sería un incremento en la transportación de los productos, así como por el gasto de energía eléctrica. Pero, reiteró que todavía es muy temprano para responsabilizar directamente a la guerra.

“El mercado de los alimentos es bien complejo. Son miles de artículos y unos se afectan más, unos se afectan menos, unos más rápido y unos más lento”, comentó.

Lo más que destacó el comerciante es que la guerra llega en un momento complicado para el sector alimenticio, que lleva más de un año con alzas consecutivas en precios.

“La situación logística global es complicadísima y muy volátil en término de los precios. Si podemos achacar cambios en precio a esta situación de guerra, todavía es difícil, porque estamos en situación de volatilidad desde antes de la guerra”, expuso.

Reyes llamó a los consumidores a “no acaparar. No debemos crear una crisis local cuando no la hay, pero sí debemos prepararnos para una situación inflacionaria que no va a mejorar y todo apunta a que se va a agravar”.

Cabe destacar que el vicepresidente de MIDA no solo mostró preocupación con el augurado aumento en precios que podría registrarse, sino con el esperado aumento en las tasas de interés que se proyecta. Dijo que la situación puede “complicar el panorama”.