No es un tema que se suele discutir en la escuela, ni tampoco uno que genere una conversación necesariamente atractiva entre los jóvenes. Pero, conocer sobre el tema es menester, ya que la realidad en la que vivimos nos obliga a tenerlo.

Se trata del crédito. Construirlo y mantenerlo será la clave para llegar al éxito en la vida económica, pues, según la economista y catedrática de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Marta Quiñones, nuestra sociedad “nos obligan a tener crédito”.

“Las fianzas personales se deben enseñar desde la intermedia”, opinó por su parte el profesor de finanzas y economía del recinto de Arecibo de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR), Juan Carlos Quiles Moreno.

Ahora bien, ¿por qué es tan importante comenzar a construir un buen crédito? En términos simples, para hacer préstamos. Sin un buen crédito, se dificulta o casi imposibilita adquirir un vehículo o una casa, ya que los bancos o cooperativas son más renuentes a prestar grandes sumas de dinero a personas que no pueden demostrar su responsabilidad financiera, explicó Quiñones.

Entonces, ¿cuáles pasos debo tomar antes de comenzar a construir mi crédito? Ahorrar, ahorrar, ahorrar. O, en palabras de la doctora Quiñones, adoptar “la política del maceta”.

“Tienes que decir ‘yo no voy a gastar en esto, y voy a gastar en esto’ (y) ‘me voy a privar de esto’”, indicó. “Los ahorros son importantes, porque los ahorros te permiten tener ese resguardo”, afirmó.

“Lo más importante para los jóvenes es empezar a ahorrar”, agregó Quiles Moreno.

Esto, sin embargo, no se hace a ciegas. El primer paso es crear un presupuesto y no gastar todas las ganancias devengadas. Ambos economistas coincidieron en que se debería ahorrar el 10% del salario mensual, dinero que podría estar disponible para alguna emergencia. Este fondo de emergencia debería tener suficiente dinero para cubrir los gastos necesarios de supervivencia de entre tres a seis meses. Por ende, los ingresos tienen que sobrepasar los gastos.

“Gastos como ‘quiero viajar’ o ‘quiero ir a un concierto’; eso no es una emergencia”, advirtió Quiles Moreno.

“(Los jóvenes que soliciten un préstamo) tienen que aprender a balancear todas las finanzas que tienen. Tienen que hacer un plan y nunca debes tener todo (el cheque) gastado”, dijo Quiñones.

Para comenzar a construir el crédito, los expertos recomendaron solicitar una tarjeta de crédito. Luego, se podrá también continuar construyendo con la compra de un automóvil.

No se limita a eso, reiteraron, si no que, una vez se solicite la tarjeta de crédito, se deberá mostrar responsabilidad y consistencia con los pagos. Fallar en estos pagos podría resultar desastroso para la salud fiscal de un individuo.

“Debe tener una tarjeta de crédito quien tiene el ingreso para poder pagarla”, repitió Quiles Moreno, quien pronosticó que así, cuando la persona se retire, lo hará cómodamente.

“Tú tienes que ir haciendo tu crédito poco a poco con tu tarjeta de crédito o un préstamo de auto para entonces ir reflejando que en verdad puedes pagar y eres responsable pagando”, comentó Quiñones.