Cuando Henry Leland fundó su compañía de autos en 1902, no la bautizó con su nombre. Es por ello, que Leland, a pesar de sus grandes talentos y sus valiosas aportaciones, es uno de los pioneros automotrices menos conocidos. El nombre que escogió fue Cadillac, en honor al explorador francés Antoine de la Mothe Cadillac, que en 1701 fundó un poblado a orillas del gran lago Erie que llamó d'Etroit. El nombre en francés significa "el estrecho" refiriéndose al río que une al Erie con un lago menor, el Saint Claire.

El emblema de Cadillac proviene del escudo familiar del explorador. El diseño del escudo representa las grandes hazañas de la familia Cadillac y la corona simboliza su linaje real. Por su parte, la unidad del escudo y las hojas de laurel representan  el liderazgo y la exploración de la industria automotriz.

Aunque el diseño del emblema ha sido rediseñado muchas veces durante los 103 años de la marca, la esencia básica del escudo de la familia Cadillac ha permanecido relativamente intacta. La última revisión del emblema se dio en 1999 cuando obtuvo una apariencia más moderna y fueron eliminados los patitos que lo adornaban.
Debido a problemas financieros, Leland vendió Cadillac a William Durant, fundador de General Motors. Más tarde, ya en la década de los veinte, Leland funda otra automotriz de lujo que aún al día de hoy continúa en existencia. Nuevamente, el talentoso ingeniero prefirió nombrarla en honor a uno de sus héroes y la bautizó como Lincoln, el primer presidente por el que votó. Nuevamente, Leland experimentó aprietos económicos tras escasos años de fundarla, por lo que poco después se la vendió a Henry Ford.