Más allá de lo supersticioso que pudiera sonar, la veracidad sobre el impacto que puede llegar a tener un color sobre una persona está dada, entre otras razones, por su longitud de onda; o sea,  la forma como el ojo la percibe y el significado simbólico que además le damos a eso.

Por eso no hagas a un lado la información que puedas recibir sobre cómo moldean los colores la percepción humana, ya que puede terminar sirviéndote más de lo que imaginabas, sobre todo a la hora de escoger las tonalidades con las que quieres pintar las paredes de la casa.

Una vez determines el color que  quieres destacar en una habitación, usa la regla de oro de la decoración: 60-31-10, que establece que el color dominante es usado normalmente  en las paredes pues ocupa la mayoría del espacio (60%). El color secundario debe ocupar el 30% y regularmente es el de los muebles. Si no hay mucho espacio puedes considerar cortinas o alfombras. El restante 10% es para un color de acento, que puedes destacar en accesorios como cojines, cuadros, floreros, velas, etc.

Así que antes de llenar tu cuarto de un color usa esa regla considerando que cada uno podría tener un efecto animo sobre ti o quienes usen la habitación.

AMARILLO

En el aspecto emocional, el color amarillo genera alegría, energía, felicidad, pero causa fatiga en el ojo cuando la exposición al color es demasiado prolongada. También estimula procesos mentales y el sistema nervioso, al mismo tiempo que incentiva la comunicación. 

AZUL

Es un color que suele estar relacionado con la calma, la tranquilidad y la honradez. En la parte emocional es un tono que favorece la paciencia y la serenidad, aunque su sobreexposición puede generar fatiga e incluso depresión.  

ROJO

Emocionalmente es un color fuerte, que habla de entrega, energía y fortaleza. Estimula el apetito e incrementa la pasión. 

BLANCO

Vinculado con frecuencia a la pureza. Emocionalmente se asocia a la transparencia y la honestidad.

NEGRO

Es un color fuerte, que se asocia a elementos como el misterio, la muerte y el luto, pero como no es un color activo, también se relaciona con el poder, fortaleza, prestigio y profundidad. Se dice que las personas que tienen al negro como color preferido suelen ser dominantes y mandonas.