Más de 1,000 trabajadores sindicalizados de Starbucks planean irse a huelga en 65 tiendas de Estados Unidos hoy, jueves, en protesta por la falta de avances en las negociaciones laborales con la compañía.

La huelga busca interrumpir el “Red Cup Day” (Día del Vaso Rojo) de Starbucks, uno de los días más ocupados del año para la empresa. Desde 2018, Starbucks regala vasos reutilizables a los clientes que compran una bebida navideña durante esa jornada.

Starbucks Workers United, el sindicato que organiza a los baristas, informó que las tiendas afectadas están ubicadas en 45 ciudades, incluyendo Nueva York, Filadelfia, Minneapolis, San Diego, San Luis, Dallas, Columbus (Ohio) y Seattle, ciudad sede de la compañía.

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No se ha establecido una fecha para el fin de la huelga, y los organizadores advirtieron que más tiendas podrían sumarse si Starbucks no llega a un acuerdo contractual con el sindicato.

Starbucks destacó que la gran mayoría de sus tiendas en Estados Unidos permanecerán abiertas y operando con normalidad este jueves. La cadena cuenta con 10,000 locales propios en el país y alrededor de 7,000 franquicias en supermercados, aeropuertos y otros lugares. Actualmente, unas 550 tiendas propias están sindicalizadas. Aunque más locales han votado para unirse al sindicato, Starbucks cerró 59 tiendas sindicalizadas en septiembre como parte de una campaña de reorganización más amplia.

El trasfondo de la huelga: Un acuerdo contractual estancado

Los trabajadores en huelga aseguran que protestan porque Starbucks aún no ha logrado un acuerdo contractual con el sindicato. Los empleados comenzaron a sindicalizarse en 2021, en una tienda de Buffalo. En diciembre de 2023, la empresa prometió finalizar un acuerdo antes de que terminara 2024. Sin embargo, en agosto del año pasado, la compañía destituyó a Laxman Narasimhan, el entonces director ejecutivo que había hecho esa promesa. El sindicato afirma que las negociaciones se han estancado bajo el actual presidente y CEO, Brian Niccol.

Trabajadores piden mejores salarios y horarios

Los empleados reclaman mejores horarios y mayor personal en las tiendas, donde aseguran que las largas esperas son comunes. También denuncian que muchos trabajadores no reciben las 20 horas semanales requeridas para acceder a los beneficios de Starbucks. Además, piden aumentos salariales, señalando que ejecutivos como Niccol ganan millones de dólares.

El sindicato también exige que la empresa atienda cientos de denuncias por prácticas laborales injustas, presentadas por trabajadores que alegan haber sido despedidos por sindicalizarse o que Starbucks ha cambiado políticas sin negociar, como su decisión de restringir el uso de los baños solo a clientes que paguen.

Starbucks defiende sus salarios y beneficios

La empresa asegura que ofrece el mejor paquete salarial y de beneficios del sector minorista, con un valor promedio de $30 por hora. Entre sus beneficios se incluyen hasta 18 semanas de licencia familiar paga y cobertura total de matrícula para obtener un título universitario de cuatro años.

En una carta enviada a los empleados la semana pasada, la directora de relaciones laborales de Starbucks, Sara Kelly, afirmó que el sindicato se retiró de la mesa de negociaciones en primavera. Kelly sostuvo que Starbucks “sigue dispuesto a dialogar” y “cree que puede llegarse rápidamente a un acuerdo razonable”. También mencionó que las encuestas internas muestran que la mayoría de los empleados disfrutan trabajar para la empresa, y que la rotación de baristas es la mitad del promedio de la industria.

Pocas tiendas, pero con alta visibilidad

Los trabajadores sindicalizados ya han realizado huelgas en Starbucks anteriormente. En 2022 y 2023, también abandonaron sus puestos durante el Día del Vaso Rojo. El año pasado, una huelga de cinco días antes de Navidad provocó el cierre de 59 tiendas en Estados Unidos. En todas esas ocasiones, Starbucks aseguró que el impacto en sus operaciones fue mínimo.

Starbucks Workers United indicó que la nueva huelga es de duración indefinida y podría extenderse a más locales sindicalizados. Aunque las tiendas no sindicalizadas superan ampliamente a las que sí lo están, Todd Vachon, experto en relaciones laborales de la Universidad Rutgers, señaló que cualquier huelga puede ser muy visible y educar al público sobre las preocupaciones de los baristas.

A diferencia de los fabricantes, explicó Vachon, las industrias minoristas dependen de la conexión entre sus empleados y los clientes, lo que convierte la exposición pública en “una herramienta potencialmente poderosa” para el sindicato.