El mismísimo día en que Mitsubishi celebró el lanzamiento local de la nueva versión de su Lancer, ya teníamos uno en nuestras manos. Resulta que Ernesto Silva, gerente de publicidad y relaciones públicas de Mitsubishi en Puerto Rico, se apareció por Primera Hora con un modelo GTS  equipado hasta el tope y básicamente me dijo que me quedara con el carro una semana.

Recibir el carro fue como una especie de reencuentro porque desde octubre del 2005 venía viéndolo desde que era un prototipo. Primero fue para  en el auto show de Tokio y luego en enero de este año en el de Detroit. Así que por fin tenía uno de producción para probarlo. Y lo mejor de todo es que el carro quedó casi idéntico al prototipo. Contrario a otros modelos que prácticamente se aguan en la transición de concepto a producción, Mitsubishi supo transferir al Lancer la esencia del modelo concepto. El mismo diseño agresivo que tanto gustó en el circuito de auto shows, permaneció en el diseño del Lancer. En otras palabras, el carro quedó brutal.

Imán para los ojos
Pues fue precisamente ese diseño lo más que llamó la atención en la calle los días que tuve el Lancer. El carro es sencillamente un imán para los ojos pues por donde quiera que pasaba con él, la gente se quedaba mirando con gestos de aprobación. Y es que el diseño además de deportivo, es sofisticado. Luce como un carro considerablemente más costoso de lo que en realidad es (sus precios corren desde $15,995 hasta $21,995). Por ejemplo, de frente se parece al Volvo S40 (un carro que se vende en los treinta mil) y de espaldas, tiene un leve parecido con el Lexus IS (que arranca en los cuarentipico). Ahora bien, la apariencia del Lancer se pone a la par con su precio cuando le quitamos el nítido spoiler trasero. Sin éste, su look es bastante parecido al de uno de sus competidores principales, el Mazda 3, lo que no está nada mal ya que éste aún cuando su diseño ya es de casi cuatro años, todavía luce súper bien. En el caso específico del Lancer, sus focos traseros tienen unas micas transparentes con una tenue tonalidad roja, casi imperceptible, pero que le da un toque genial. Muy original.

De perfil, el Lancer luce muy bien, especialmente con los aros de 18 pulgadas con los que estaba equipado nuestro GTS. Lo que pudiera mejorar desde este ángulo es el overhang delantero. El overhang (para lo que no existe un término en español) es la parte de la carrocería que "cuelga" inmediatamente al frente de las gomas delanteras o inmediatamente detrás de las traseras. Bueno, pues en el Lancer, el overhang delantero está un poco muy largo, por lo que crea la impresión visual de que pudiera ser muy pesado de frente.

Ágil en las curvas
Esa impresión desaparece cuando uno guía el carro. Su manejo es ágil y preciso y se agarra excelentemente bien a las curvas. Saca sonrisas de satisfacción. Y ese mismo manejo ágil es acentuado por la ambientación deportiva de la cabina. Mejorando aún más la experiencia, están las palanquitas instaladas a los lados del guía que permiten cambios manuales en la transmisión automática. Un excelente toque por parte de Mitsubishi fue hacer estas palanquitas de metal. En otros carros que las tienen, incluso algunos considerablemente más costosos, son de plástico.
Como en todo carro con con transmisión automática con modo manual, el Lancer es más divertido de manejar cuando uno tira los cambios por sí mismo. Su transmisión es de las nuevas CVT o de variable continua que no tienen cambios. Y guiarla completamente en automático sin cambios que sentir, le resta a su personalidad deportiva. Eso es algo común en todas las CVT. Y para el que se quiera divertir todo el tiempo, pues puede optar por una transmisión manual de cinco velocidades.
Impulsando el Lancer está el llamado "motor mundial" desarrollado en conjunto por Mitsubishi, Hyundai y DaimlerChrysler. Es un cuatro cilindros de 2.0 litros  litros y 152 caballos de fuerza. Mueve bien el carro, pero su sonido tiende a escucharse mucho en la cabina.  Para remediarlo, hay  un excelente sistema de audio Rockford Fosgate de de 650 watts, nueve bocinas y en el baúl, un subwoofer de 10 pulgadas. Suena excelente.

Reto  para la competencia
En fin, con esta regia nueva generación del Lancer, Mitsubishi no sólo tiene para afirmar su privilegiada segunda posición en ventas, sino que muy bien podrá quitarle mucho, pero mucho negocio a  líderes como el Corolla, el Yaris sedán y el Mazda3.

aoneill@primerahora.com