Una de las empresas de alimentos más reconocidas en Estados Unidos ha anunciado que inició un proceso de bancarrota luego de casi 140 años ofreciendo sus productos a las familias estadounidenses.

Del Monte Foods, una de las marcas más icónicas en la industria alimentaria, dio a conocer que acogió voluntariamente al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos como parte de un plan para reestructurar sus finanzas y buscar nuevos propietarios.

La empresa, conocida por sus productos enlatados, confirmó que atraviesa un momento crítico debido a desafíos financieros que se han intensificado en los últimos años, especialmente por los cambios en la economía global y la presión sobre los costos de producción.

La marca aclaró que como parte de la estrategia para sostener sus operaciones durante la transición obtuvo un financiamiento de US$9,129,500,000, lo que le permitirá continuar produciendo y distribuyendo sus alimentos sin interrupciones.

A través del comunicado de prensa, la compañía destacó que este respaldo financiero busca garantizar que los productos sigan llegando a las tiendas y que las relaciones con proveedores, clientes y empleados se mantengan estables mientras se desarrolla la venta de sus activos.

Los cambios que llevaron a Del Monte Food a la bancarrota

Sarah Foss, directora global de asuntos legales y reestructuración de Debtwire, declaró para CBS MoneyWatch que "Del Monte vio que la demanda de los consumidores ha disminuido, lo que le ha provocado mayores costos relacionados con el excedente de inventario que ha tenido que almacenar e intentar vender con un mayor gasto en promociones".

La compañía enfrentó problemas derivados de un exceso de inventario, lo que la obligó a incrementar sus esfuerzos promocionales y asumir mayores costos de almacenamiento.

Esta presión financiera, sumada a la caída en las ventas y cambios en el consumo de las personas, debilitó su capacidad para mantenerse competitiva en el mercado.