Cuando se trata de felicidad, cada quien tiene su propia definición y método para alcanzarla. Mientras que algunos apuestan por las relaciones positivas, otros optan por la salud y unos cuantos más se inclinan por el dinero.

Para quienes el poder adquisitivo es un elemento fundamental, Robert Waldinger, profesor de psiquiatría de la Universidad de Harvard y autor del estudio sobre la felicidad más largo jamás realizado, reveló el monto estimado del dinero que una persona necesita para ser feliz.

De acuerdo con el investigador, un individuo necesita tener un ingreso anual de 72,000 dólares para llegar a su punto máximo de satisfacción. Este cálculo está basado en las condiciones de vida de los ciudadanos estadounidenses, es decir, no aplica de manera general.

Esta fue una de las respuestas que arrojó el Estudio sobre Desarrollo Adulto de Harvard, el cual se dio a la tarea de monitorear ininterrumpidamente a más de 700 personas desde 1938. Con el objetivo de evaluar el estado físico, mental y emocional de los participantes, hicieron miles de preguntas cualitativas, así como cientos de mediciones cuantitativas que incluían escáneres cerebrales y análisis de sangre.

“Actuamos como si (la felicidad) fuera un destino al que llegaremos si marcamos las casillas adecuadas, pero los datos demuestran muy claramente que eso no es cierto. Y eso es bueno, porque la satisfacción ya no es algo inalcanzable, sino eminentemente alcanzable para todos”, señaló Waldinger, quien es uno de los autores del estudio, al diario británico ‘Telegraph’.

¿El dinero puede dar la felicidad?

Los investigadores no desconocen que el dinero puede llegar a brindar seguridad económica y, hasta cierto punto, bienestar. Sin embargo, no es la clave de la felicidad.

El bienestar emocional puede aumentar a medida que lo hacen los ingresos, pero hay un límite. Cuando las ganancias superan los 75,000 mil dólares, la satisfacción se estanca. De allí que no exista una correlación estricta entre riqueza y felicidad.

“El dinero no puede comprarnos la felicidad, pero es una herramienta que puede darnos seguridad y una sensación de control sobre la vida”, afirmó Schulz, profesor de psicología en el Bryn Mawr College de Pensilvania, de acuerdo con ‘Forbes’.

Waldinger aclaró, en entrevista con ‘ABC’, que el dinero puede llegar a ser un factor estresante, cuando se tiene en abundancia como cuando no se tiene en absoluto. “Algunas de las personas más tristes de nuestro estudio tenían mucho dinero”. aseguró.

Lo sorprendente, es que los individuos con mucho poder adquisitivo pueden llegar a ser más longevos. De acuerdo con el especialista, esto no se debe al dinero, sino a la educación.

“Si tienes mayor formación, lees más y estás más en contacto con los avances culturales. Esto se ha visto muy claramente a partir de los años setenta, cuando se comenzó a difundir más información sobre los peligros del tabaco, la importancia de hacer ejercicio y la obesidad. Las personas con mayor educación tuvieron en cuenta estos mensajes antes que otros”, detalló.

Así como el dinero no está ligado a la felicidad, el éxito profesional tampoco lo está. De hecho, aquellos participantes con trabajos prestigiosos y con mayor remuneración económica no eran necesariamente más felices que aquellos que no contaban con estatus laboral. Para Schulz, “el problema de ese enfoque es que la vida pasa de largo”.

¿Cuál es, entonces, la clave de la felicidad?

El Estudio sobre Desarrollo Adulto de Harvard sugiere que la felicidad se enmarca en dos categorías: la hedónica, que está definida en términos de logro del placer y evitación del dolor, y la eudemónica, la cual está relacionada con hallar sentido a la vida.

En esa línea, Waldinger afirma que la satisfacción y el bienestar dependen de dos cosas. La primera es la salud y la segunda, las relaciones interpersonales, que pueden ayudar a disminuir el estrés, mejorar el estado físico y emocional, y alargar la vida.

“Al fin y al cabo, la vida gira en torno a nuestras relaciones con los demás. Son nuestras relaciones las que nos mantienen felices”, señaló Schulz, de acuerdo con ‘Forbes’.