La emblemática cadena de tiendas Macy’s ha decidido implementar una estrategia dual para enfrentar el impacto de los aranceles comerciales impulsados por el presidente estadounidense Donald Trump. Según anunció la empresa, se cerrarán 150 tiendas antes de 2027, mientras que los precios de ciertos productos serán ajustados.

Estas medidas buscan mitigar el efecto de las tarifas impuestas a las importaciones, que han elevado los costos operativos de la compañía y generado un entorno de incertidumbre económica.

Tony Spring, director ejecutivo de Macy’s, explicó en una entrevista con CNBC los detalles de la estrategia. La empresa aumentará selectivamente los precios de algunos productos, mantendrá otros sin cambios y dejará de ofrecer ciertos artículos cuyo costo no se justifica en términos de calidad o valor percibido por los consumidores.

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Esta decisión llega mientras la compañía sigue adelante con su programa de reestructuración denominado “Bold New Chapter”, anunciado oficialmente el 9 de enero de 2025, con el objetivo de enfocarse en las 350 tiendas consideradas estratégicas.

Los aranceles impuestos a las importaciones provenientes de China, que inicialmente alcanzaron el 145% antes de ser reducidos a un 30%, han tenido un impacto significativo en las operaciones de Macy’s.

Aproximadamente el 20% del inventario de la empresa proviene de China, y las tarifas aplicadas se estima que recorten entre 10 y 25 centavos la ganancia por acción ajustada en 2025, según datos proporcionados por Reuters.

Para minimizar el impacto, la compañía ha renegociado contratos con proveedores, cancelado algunos pedidos y retrasado otros. Adrian Mitchell, director financiero saliente, señaló que Macy’s logró obtener ciertos descuentos, aunque parte del incremento en costos está siendo absorbido directamente por la empresa.

En términos financieros, Macy’s superó las expectativas en el primer trimestre fiscal de 2025, con ingresos de 4,600 millones de dólares, frente a los 4,500 millones proyectados por analistas encuestados por LSEG. Sin embargo, las ventas generales disminuyeron en comparación con el mismo período del año anterior, cuando alcanzaron los 4,850 millones de dólares.

La utilidad neta también se redujo a 38 millones de dólares, desde los 62 millones registrados en 2024. Dentro de sus marcas, Bloomingdale’s mostró un crecimiento interanual del 3.8%, Bluemercury un incremento del 1.5%, mientras que las ventas comparables de la marca Macy’s retrocedieron un 2.1%, de acuerdo con cifras recopiladas por Reuters.

El caso de Macy’s no es aislado. En 2025, varias grandes empresas estadounidenses han comenzado a aumentar sus precios en respuesta a los nuevos aranceles a productos importados, establecidos durante la administración de Trump. Walmart, por ejemplo, anunció incrementos en sus precios a partir de mayo, mientras que otras compañías como Mattel, Best Buy, Nintendo y Sony ya han aplicado ajustes similares.

En el comercio digital, plataformas como Shein y Temu también han elevado sus precios, mientras que en la industria automotriz marcas como Ford y Subaru ajustarán los valores de vehículos y autopartes debido a un impuesto del 25%.

Además, los aumentos alcanzan productos esenciales y bienes de consumo. Procter & Gamble evalúa incrementos en sus diferentes sectores, Stanley Black & Decker ya aplicó ajustes y prepara nuevas subidas, y Adidas anticipó aumentos en sus productos, aunque aún no ha definido los montos. Este panorama refleja el impacto generalizado de las políticas arancelarias en el mercado estadounidense, donde las compañías se ven obligadas a trasladar parte de los costos adicionales al consumidor final.

Macy’s, como muchas otras empresas, enfrenta el desafío de adaptarse a este entorno económico complejo mientras busca mantener su competitividad y satisfacer las demandas de sus clientes.

La reducción de su red de tiendas y los ajustes en su estrategia de precios son parte de un esfuerzo por equilibrar los efectos de los aranceles y las condiciones del mercado.