Mitsubishi Lancer Evolution X
Llega a la Isla la nueva versión del superdeportivo de Mitsubishi

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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¡Cómo cambian los tiempos! Hasta hace apenas cinco años, a los boricuas amantes del Mitsubishi Lancer Evolution no les quedaba más remedio que conformarse con soñar con su carro favorito. Debido a que Mitsubishi no lo mercadeaba en Estados Unidos o Puerto Rico, por largos, pero largos años, las únicas maneras de disfrutar del admirado carro de este “street rally car” era verlo en revistas, pósters, en programas automotrices por cable o satélite o simplemente imaginar guiarlo en videojuegos como Gran Turismo. Otros exteriorizaban su dedicación forrando sus Technicas con los spoilers y full body kits del idolatrado “Evo”.
La llegada triunfal
La fantasía se convirtió a realidad cuando en el 2003 y como un modelo del 2004, hiciera su entrada triunfal a la Isla el Lancer Evolution VIII. Dada la gran anticipación por el modelo, su llegada causó revuelo entre los entusiastas, no sólo de los Evolutions, sino de todo tipo de auto. En PRIMERA HORA fuimos testigos de ello las dos ocasiones en que probamos el Evo en la calle. Por cualquier carretera, ante el paso del compacto monstruo japonés, las cabezas giraban, los dedos señalaban y las quijadas se caían.
La reacción de seguro se repetirá ahora en el 2008 con la llegada de la nueva generación del “Evo”, el Evolution X. Esta nueva versión es mucho más llamativa que la anterior pues parte de un carro superior. Como hemos mencionado anteriormente, la nueva generación del Lancer regular es marcadamente más atractiva que la que le precede. Por tanto, si comenzamos con el Lancer de mejor apariencia en su historia y le añadimos todas las chulerías de un “Evo”, pues obtenemos como resultado el más impactante de todos los Evolutions.
Manejo y potencia
Como todos sus admiradores saben, el Evolution es mucho más que una cara bonita (o más bien una cara atractiva que también mete miedo). Históricamente, la sustancia del Evo ha sido su potencia y prodigioso manejo. Gracias a su sistema All Wheel Drive (AWD) el carro se agarra a todo tipo de curvas como si estuviera sujetado en rieles. Esto provee para un manejo que no sólo es divertido, sino más bien, adictivo.
Adictiva debe estar también su aceleración. Bueno, como que el carro ahora gana unos caballitos adicionales que lo hacen rozar los 300. Bueno, son 295 para ser exactos.
El motor, aunque totalmente nuevo, tiene las mismas especificaciones del anterior: cuatro cilindros turbo de 2.0 litros empatado a una transmisión manual de cinco velocidades.
Dos modelos y muchas chulerías
El Evolution X viene en dos modelos, GSR y MR y básicamente lo que los diferencia es el contenido de chulerías. Por ejemplo, ambos tienen aros de 18 pulgadas, pero los del GSR son Enkei mientras que los del MR son unos BBS. En cuanto a suspensión, el MR se lleva la mejor parte pues sus botellas son Bilstein y los esprines, unos Eibach.
El equipo en común en ambos modelos incluye el gigantesco spoiler trasero de aluminio, las butacas Recaro, frenos Brembo de disco y con ABS en la cuatro ruedas, gomas Yokohama, sistema de llave inteligente con ignición por botón y equipo de audio Rockford Fosgate de 650 watts, ocho bocinas, un subwoofer, CD changer de seis discos y conexión para iPods y otros tocadores de música.
Como bono, Mitsubishi le incluye a todos los Evos un programa de mantenimiento llamado “Pit Pass” que consiste de nueve cambios de aceite y filtro, rotación de gomas, inspección de 27 puntos y lavado interior y exterior del carro con cada cambio de aceite.
Otros monstruos
Bueno, pues ya estaremos viendo por ahí a los Evolution X quemando la brea boricua. A eso se le suma la reciente llegada de la nueva versión rediseñada del Subaru Impreza STI, otro súper japonés con el que antes sólo se podía soñar. Y como si eso fuera poco, en escasos meses estará arribando otro monstruo de Japón, el Nissan GTR, sucesor del legendario pero gran ausente de nuestro mercado, el Skyline GTR. O sea, tres nuevos ultradeportivos japoneses en cuestión de meses. ¡Cómo cambian los tiempos!