Casarse en Rincón en verano del pasado año fue lo que provocó que el dominicano Carlos Eduardo y su esposa venezolana Leila Torres se enamoraran de Puerto Rico y cambiaran a la Isla su idea de establecer un peculiar negocio de alquiler de campers para vacacionar de Nueva York.

La pareja, entonces, decidió establecer “su nido de amor” en el Caribe y darle forma al proyecto turístico llamado “Vive la Van”.

Eduardo, quien en su niñez residió por algún tiempo en Puerto Rico, contó que “todo surge más cuando un amigo mío en Nueva York estaba haciendo la construcción de un camper van y yo se lo iba a comprar”.

Los turistas tienen la oportunidad de moverse de atracción en atracción e interactuar con la naturaleza de manera directa.
Los turistas tienen la oportunidad de moverse de atracción en atracción e interactuar con la naturaleza de manera directa. (Suministrada)

Pero, al casarse en julio del 2019, “mi esposa conoce la Isla y decidimos que la idea de negocio era mejor hacerla aquí”.

La pareja nunca le compró el camper al amigo. Se trasladó a la Isla y comenzaron en noviembre pasado la construcción de su propia van, que es el que ahora utilizan para alquilar a través de la aplicación Airbnb.

Lo peculiar de esta empresa es que ofrece a los boricuas y a los turistas la oportunidad de moverse de atracción en atracción e interactuar con la naturaleza de manera directa.

“No hay límites. De eso se trata el concepto, de aprovechar el tiempo máximo de sus vacaciones. Que en vez de estar del hotel a una atracción, es buscar una atracción y buscar otra. Es recorrer toda la Isla. También puede visitar Vieques y Culebra, pero para eso es requisito mínimo cuatro noches. Se trata de tener contacto con la naturaleza y, con esto del distanciamiento social, es el mejor concepto que puede existir, porque sus espacios son espacios naturales, la playa, la montaña, los ríos”, explicó Eduardo, quien es dentista.

Fue el 1 de marzo que los recién casados lanzaron su nuevo negocio con una sola van. Poco tiempo después, todo se detuvo a causa de la pandemia del coronavirus.

We are going to continue exploring the island soon, and no mater where you want to be right now beach or river with...

Posted by Vive La Van PR on Monday, May 4, 2020

“Ya que se trata de un concepto nuevo, el primer launch no tuvo esa acogida que esperamos. La pandemia nos ayudó a mostrar el concepto, porque todo se frenó, todo el mundo estaba en la casa. Justo se levantó la orden ejecutiva (para que las personas pudieran acudir a las playas) y fue todo un éxito”, explicó el joven previamente al nuevo mandato del gobierno, que solo permite el uso limitado de las playas (para hacer ejercicios, con mascarilla).

El éxito del que habló han tenido desde mediados de junio, cuando comenzaron nuevamente a operar, ha sido tan rotundo que las fechas de alquiler del van están ocupadas hasta octubre próximo.

Eduardo explicó que una vez la persona separa su fecha para vacacionar en la van, lo que le puede costar entre $190 a $225 la noche, se le entrega “una lista de nuestros lugares favoritos en Puerto Rico, donde entendemos es seguro y conveniente vivir la experiencia”.

La persona, entonces, tiene la opción de pedir ser llevada a los lugares por un chofer, así como determinar si se quedará en los lugares recomendados, los cuales no tienen costo, o en fincas privadas a las que tienen que pagar por estacionar la van.

Uno de los lugares recomendados, según expuso, es la desembocadura del río entre Quebradillas e Isabela, en el área del Túnel de Guajataca.

El cliente tiene la opción de pedir ser llevado a los lugares por un chofer, así como determinar si se quedará en los lugares recomendados.
El cliente tiene la opción de pedir ser llevado a los lugares por un chofer, así como determinar si se quedará en los lugares recomendados. (Suministrada)

“Estamos súper motivados, trayendo este concepto y esperamos aportar a la economía de Puerto Rico con el turismo, que es la mejor herramienta que tenemos y crear lo que son empleos”, expresó.

Sepa que para alquilar la van debe tener 23 años o más y tener licencia de conducir al día. Las personas que van a ser transportadas en el vehículo, hasta un máximo de cuatro, también deben presentar identificación.

Explicó que la guagua tiene una cama “queen”, un baño interno con un toilet portátil y otro externo, asiento para dos personas, cocina con una estufa pequeña, una barbacoa, un abanico para uso interior y exterior, así como el aire acondicionado del vehículo. La guagua posee energía solar y capacidad para almacenamiento de agua.

Eduardo explicó que también proveen una caseta de campaña para pernoctar.

Comentó, además, que han logrado el patrocinio de varias empresas boricuas, como la cervecería Ocean Lab, Barraka Coffee y jabones Belaflor, artículos que están disponible para el uso de los que pernocten en la van.

“Estamos haciendo alianzas con muchos comercios locales para brindarle lo mejor”, dijo. “Esperamos que todo el pueblo de Puerto Rico tenga la oportunidad de vivir lo que es la experiencia del ‘van life’”.

Eduardo espera poder adquirir más vanes para convertirlos en campers. Dijo que estos vehículos adicionales podrían estar en funciones para finales de año.