Si finalmente el Departamento de Transportación de los Estados Unidos concede una dispensa de dos años al cabotaje aéreo en las próximas tres semanas, como se prevé, Puerto Rico entraría a competir con Colombia, Panamá y República Dominicana como un puerto de parada de vuelos internacionales.

Por cada llegada de avión adicional que se genere en esta dispensa a las limitaciones que actualmente enfrenta la Isla, se generarían unos 90 empleos directos e indirectos.

Así lo reveló este viernes el secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, Manuel Laboy, en una entrevista con Primera Hora.

Según explicó el funcionario, actualmente los aeropuertos de Ponce, Aguadilla y el Internacional Luis Muñoz Marín, en Isla Verde, tienen unas restricciones administrativas para que vuelos que van, por ejemplo, desde Chile a Francia, paren en la Isla a dejar pasajeros o mover cargas hacia otros destinos. Actualmente, estas paradas se realizan en Colombia, Panamá y República Dominicana.

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“No le hemos pedido ningún trato especial (a Transporte federal). Esto ya se lo dieron a Alaska, a Guam y las Islas Marianas. Ahora, eso sí, las Islas Marianas, Guam y Alaska, están en el Pacífico. No existe un aeropuerto bajo el territorio americano en el otro lado del mundo, en este caso en el lado del Atlántico y en el Caribe, que tenga esa oportunidad, que tenga esa herramienta. Por lo tanto, le dijimos: ‘aquí hay una gran oportunidad de capturar un mercado que no se permite por esas restricciones. Segundo, gobierno federal, esto no te va a costar ni un solo centavo’. Esto es lo que le llamamos un mangó bajito. Que tiene una gran oportunidad de promover actividades que hoy por hoy no se dan, porque estamos limitados por esas restricciones que el Departamento de Transportación establece. Ellos lo que hacen es flexibilizan para poder entonces tener la oportunidad de recibir esos vuelos aquí en Puerto Rico”, explicó Laboy.

El funcionario dijo que la petición de la dispensa del cabotaje aéreo, tanto para carga como para pasajeros, lo solicitó el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio en junio del 2019. Durante el proceso de evaluación, la Asociación de Pilotos de los Estados Unidos y la línea aérea Delta se opusieron a que se le concediera el beneficio a la Isla. Alegaron que los aeropuertos en los estados perderían empleos e inversión.

El gobierno de Puerto Rico, sin embargo, insistió en que la competencia sería con los aeropuertos latinoamericanos mencionados.

“Si nos dan esta dispensa a Puerto Rico, los negocios que hoy por hoy se dan en esos países latinoamericanos tendrían ahora una opción para parar en Puerto Rico y eso ayuda a Puerto Rico y a los Estados Unidos”, adujo.

Finalmente, el miércoles pasado el Departamento de Transportación federal notificó al gobierno que estaban a favor de conceder la dispensa a la Isla. Además, le indicaron que se entraba en un proceso de 14 días en el que los opositores debían “mostrar causa de que no se apruebe”. Transcurrido el periodo, se espera que la agencia conceda el beneficio a la Isla. Esto sería en un periodo de tres semanas, indicó Laboy.

De concederse la dispensa, Puerto Rico tendría que cada dos años volver a emprender el proceso para no se apliquen las restricciones.

“Esto es histórico y una herramienta que antes no teníamos, sujeto, claro está, a que el Departamento de Transportación haga su determinación final. Pero, una vez esto suceda y esperamos que sí, esto es un cambio significativo. Esto es una herramienta que nos va a poner en el mapa y va a lograr mucho para Puerto Rico, en términos de atraer inversión, actividad económica, promover actividades de logísticas y transportación en lo que es comercio interestatal y comercio internacional y, por supuesto, el turismo”, afirmó.

Los beneficios

Laboy comentó que la llegada de más vuelos a la Isla podría provocar una baja en los precios de los pasajes de avión por la alta demanda que se generaría hacia el destino.

“Pensamos que en la medida en que haya más vuelos a Puerto Rico es positivo, hace el mercado más competitivo”, precisó.

Asimismo, el titular mencionó que el estudio que utilizaron para estipular los beneficios de una liberación de las restricciones de cabotaje aéreo fue preparado por Estudios Técnicos.

Según el documento, copia del cual obtuvo Primera Hora, se augura que en los próximos 20 años se duplique el transporte de carga aérea en el mundo. Se indica que este factor, unido a la eliminación de las restricciones, aumente el tráfico aéreo en la Isla en un 17%.

También se establece que esta dispensa provocaría que lleguen más fondos federales para la infraestructura aérea.

El estudio tomó como ejemplo la autorización que tuvo Alaska de Transporte federal. Se destaca que su resultado fue que cada vuelo adicional que comenzaron a recibir diariamente creara 90 empleos más en el estado.

“Esto sugiere que si Puerto Rico, liberado de las restricciones de cabotaje, generaría unos diez nuevos vuelos conservadores por día, podría generar hasta 900 nuevos empleos en una de las terminales aéreas, ya sea la antigua Base Ramey (Aguadilla) o la antigua base de Roosevelt Roads (Ceiba), y un aumento en la nómina de unos $30 millones. Dada la experiencia de Alaska, estos números son muy conservadores”, se estipuló.