Quiebra de GM
Se acoge a la quiebra uno de los máximos colosos industriales estadounidenses

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
PUBLICIDAD
A menos de un año de celebrar su primer centenario General Motors (GM) se acogió el pasado lunes al Capítulo 11 de la ley de quiebras. Con la decisión la compañía busca abandonar el gigantismo que la elevó a ser la automotriz más grande y poderosa del mundo y uno de los principales valuartes de la economía estadounidense. De hecho, con una nómina que llegó a sobrepasar los 700 mil empleados (sin contar los pensionados), GM llegó a ser la compañía más grande del globo.
Víctima del gigantismo
Fue precisamente ese gigantismo, junto a unos altos costos de producción lo que debilitó al antiguo coloso hasta llevarlo a la humillación de la quiebra, no sin antes rogar por ayuda del gobierno.
Durante la reorganización GM buscará convertirse en una compañía más pequeña y eficiente con menos marcas y modelos. De hecho, previo a la quiebra, la automotriz canceló su longeva marca Pontiac, se desprendió de sus filiales europeas Saab, Opel y Vauxhall y puso a la venta las marcas Hummer y Saturn.
La sobrevivencia de GM dependerá entonces de cuatro marcas: Chevrolet, Buick, Cadillac y GMC. A la vez, GM obligará a las cuatro a enfocarse en sus modelos más exitosos e incluso a descontinuar aquellos que sean flojos en venta. Otro paso será eliminar la duplicidad de productos entre las marcas.
Esperanza en nuevos modelos
Es precisamente en sus productos donde están las esperanzas de la automotriz. Irónicamente, es durante el peor momento de su historia que GM tiene los mejores automóviles en décadas. El Chevrolet Malibu y el Cadillac CTS han sido recibidos con excelentes críticas y en algunos foros los han catalogado como los mejores exponentes de sus respectivos segmentos. Mejorando el panorama, Chevrolet está a punto de lanzar la nueva versión de su icónico Camaro, del cual no sólo hay una abultada cantidad de pedidos por adelantado, sino que se trata de un auto deportivo que puede rendir hasta casi 30 millas por galón. También en turno está el eléctrico Chevrolet Volt del cual hay gran expectativa.
Los vehículos híbridos y los capaces de operar con combustible alterno (como el etanol de los cuales ya GM tiene varios) también ejecutarán un rol importante en el futuro de la compañía. Tan pronto como para el 2012, la automotriz espera tener en la calle 14 modelos híbridos y tiene como meta que un 65% de sus autos puedan operar con combustible alterno. Eso es, sí es que la compañía llega al 2012.
Antes y después
Como todo acontecimiento importante, la quiebra de GM marca un “antes de y después de”. En este caso, la historia de la automotriz ha sido dividida en dos partes: “La vieja GM” y “La nueva GM”. Según un comunicado emitido por la automotriz, durante el proceso de reorganización, “la vieja GM” le venderá todos sus activos a la nueva y de ahí partirá la nueva automotriz.
Debido al paquete de rescate dado a GM por la administración del presidente Obama, el gobierno estadounidense obtiene un 60.8% de participación en “la nueva GM”. De la misma manera, al gobierno central de Canadá así como al de la provincia de Ontario le corresponde un 11.7% de la nueva compañía por sus papeles de corredentores.
Intactas las garantías
En Puerto Rico, las operaciones de los concesionarios de GM, no se verán afectadas. De la misma manera, las garantías tanto existentes como futuras, se mantendrán vigentes y respaldadas por el gobierno federal.