Washington. La Reserva Federal de Estados Unidos anunció el miércoles que durante el futuro previsible mantendrá su tasa de interés referencial en casi cero, continuando sus esfuerzos de apuntalar la economía al borde de su peor descalabro desde la Gran Depresión de la década de 1930.

El banco central estadounidense dijo además que seguirá comprando bonos del Tesoro e hipotecarios a fin de mantener bajas las tasas y animar los préstamos entre compañías en medio de una parálisis económica casi total a raíz de la crisis del coronavirus. No especificó los montos ni el calendario de sus compras de bonos.

“La Reserva Federal está dispuesta a usar todas las herramientas a su disposición para apoyar a la economía estadounidense en estos momentos difíciles”, declaró la institución a la cabeza de su comunicado, algo inusitado.

Observó que la pandemia y las medidas para contenerla “están provocando una contracción pronunciada de la actividad económica y un aumento agudo del desempleo”.

Los masivos cierres de empresas han dejado a unas 30 millones de personas sin empleo desde hace mes y medio. Al mismo tiempo, caen en picada las ventas minoristas, la manufactura, la construcción, la venta de viviendas y la confianza del consumidor estadounidense.

En dos reuniones de emergencia en marzo, el banco central redujo su tasa de interés referencial a entre cero y 0.25%. Anunció además nueve programas crediticios a fin de proveer liquidez al sistema financiero, a empresas grandes y medianas y a gobiernos estatales y municipales.

Horas antes del anuncio de la Fed, el gobierno estadounidense había informado que la economía se contrajo en un 4.8% anual en el primer trimestre del año, su peor desempeño desde la Gran Recesión de 2008.

El panorama luce aun más sombrío en el futuro próximo: se estima que la economía se contraerá a una asombrosa tasa anual de entre 30% y 40% para el período abril-junio. La tasa de desempleo podría alcanzar el 20% en el reporte del sector a ser difundido la semana entrante.

Bajo la presidencia de Jerome Powell, la Fed se enfrenta a un momento profundamente peligroso para una economía que se había visto sólida hace apenas unos meses.

El banco central ya antes había reducido sus tasas de interés a casi cero y había intensificado sus compras de bonos del Tesoro y bonos hipotecarios a fin de inyectar liquidez al mercado financiero y estimular el crédito. Además ha anunciado que comprará bonos corporativos y que otorgará préstamos a gobiernos estatales y municipales, algo que nunca ha hecho antes.

“El hecho de que estén incursionando en esos mercados es inédito”, estimó Nathan Sheets, economista de PGIM Fixed Income y antes director de finanzas internacionales de la Reserva Federal.

“Están yendo al límite de lo que les permite la ley”, agregó.