Se veía venir. Tras el comentario el pasado 14 de febrero por parte del principal oficial ejecutivo de DaimlerChrysler, Dieter Zetsche de que "todas las opciones estaban abiertas" acerca del futuro del Grupo Chrysler, se desató una vorágine de especulaciones de que la automotriz americana sería puesta en venta. Surgieron varios compradores interesados  y los rumores terminaron por fin el lunes pasado cuando el mismo Zetsche anunció que efectivamente, Chrysler había sido vendida a una oscura firma de inversiones neoyorquina llamada Cerberus Capital Management.

Precio de quemazón
El monto de la transacción fue de unos $7,400 millones, apenas una quinta parte de los $36,000 millones que la antigua Daimler-Benz pagara por la entonces Chrysler Corporation en la fusión que creó a DaimlerChrysler en 1998.

Al separar las compañías, ambas obtienen nombres nuevos. En lugar de retomar su antiguo "Daimler-Benz", la parte alemana adopta el nombre de "Daimler AG". La americana por su parte pasa a ser una nueva compañía llamada "Chrysler Holding LLC".

Pero aún con las nuevas identidades, las dos automotrices no quedan separadas del todo, ya que Daimler retendrá un 19.9% de participación en Chrysler. Cerberus será dueña de un 80.1. Esto significa que ambas automotrices continuarán trabajando en conjunto en distintos proyectos. De hecho, con el anuncio de la venta Zetsche indicó que fue precisamente por el interés de continuar una relación que su compañía deseó retener una porción de Chrysler.

Como parte de los acuerdos, Daimler asumirá todas las deudas de Chrysler, por lo que Cerberus prácticamente estará adquiriendo una automotriz sin deudas. Empero, la firma de inversiones se comprometió a asumir los astronómicos costos a largo plazo de la automotriz como los llamados "costos de legado" que no son otra cosa que los pagos de pensiones y servicios de salud a sus empleados retirados, así como los beneficios de los empleados actuales.

A veces bien, a veces mal
La venta se dio luego de un intenso (y a veces hostil) cabildeo por parte de los accionistas alemanes de DaimlerChrysler. Éstos, impacientes por las continuas pérdidas de Chrysler (en el 2006 perdió $1,500 millones y en el primer trimestre de este año otros $2,000 millones) insistieron en desprenderse de ésta. No obstante, desde la fusión de 1998, Chrysler tuvo varios años muy buenos, incluso con hasta 12 trimestres consecutivos de ganancias. De hecho, hubo momentos en que los excelentes resultados de Chrysler mantuvieron en negro los números de toda DaimlerChrysler cuando era Mercedes-Benz la que sufría pérdidas.

Un monstruo
Virtualmente desconocida fuera del mundo de las finanzas, Cerberus, la nueva dueña de Chrysler obtiene su nombre de un feroz perro de tres cabezas que en la mitología velaba la entrada al infierno (qué alentador para Chrysler, ¿verdad?).

Acá en la realidad, Cerberus también es un monstruo, aunque de otro tipo. No sólo es una de las firmas de inversiones más grandes del mundo, sino que es dueña o tiene participación en casi 40 otras compañías en campos tan diversos como la aeronáutica, almacenamiento, decoración, textiles, componentes de autos, compañías fílmicas, tiendas por departamento, autobuses, compañías de alquiler de autos y otras. Entre sus compañías más reconocidas están Air Canada, Formica, GMAC (la rama financiera de General Motors que comprara apenas hace unos meses), Fila, National y Alamo Rent A Car, las tiendas por departamentos Mervin's y ahora, Chrysler.

Otros interesados
Cerberus no fue la única compañía interesada en comprar a Chrysler. De hecho, se tenía por sentado que la automotriz iba a ser comprada por Magna International, una compañía canadiense que suple distintos componentes a prácticamente todas las automotrices con plantas en Norteamérica y una de las principales suplidoras de la misma Chrysler. También estuvieron interesadas otras dos firmas de inversiones, la Blackstone Group y Tracinda, ésta última propiedad del magnate de casinos Kirk Kerkorian, quien en otras dos ocasiones trató de adquirir hostilmente a Chrysler.

En un momento dado hubo fuertes rumores de que General Motors estaba interesada. También se llegó a mencionar a Hyundai y al dúo de Renault-Nissan.

aoneill@primerahora.com