El Capitolio de Estados Unidos iniciará el martes el juicio político al presidente del país, Donald Trump, un proceso disputado que arrojará un fallo sobre sus acciones en Ucrania mientras los estadounidenses se forman su propio veredicto en el arranque de un año electoral.

El legado de la presidencia de Trump y el sistema de equilibrios y garantías estadounidense estarán en juego cuando el Senado vuelva a reunirse con el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, al frente de un inusual proceso de juicio político y los senadores prometiendo “justicia imparcial”, en un clima de división política en el país.

El primer desafío para el tribunal llegará a mediodía del martes, con el inicio de una sesión en la que se votarán las normas del debate propuestas por el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell.

En la víspera del juicio, el líder republicano ofreció un ajustado calendario para los argumentos de apertura, con apenas dos días por bando, mientras los abogados del dirigente pidieron el rápido rechazo de los “endebles” cargos contra el presidente y su absolución.

“Todo esto es una peligrosa tergiversación de la Constitución que el Senado debería condenar rápida y rotundamente”, dijo el equipo legal de Trump en un escrito el lunes. “Los cargos deberían ser rechazados y el presidente debería ser absuelto de inmediato”.

Mientras los fiscales de la Cámara de Representantes preparaban sus argumentos de apertura hasta bien entrada la noche en el Senado, los demócratas prometieron oponerse a un juicio rápido mientras presionaban para obtener nuevos testigos y documentos.

El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, advirtió de un “encubrimiento” con el plan de McConnell, que podría derivar en jornadas consecutivas de 12 horas.

“Está claro que el senador McConnell está empecinado en hacer más difícil la obtención de testigos y documentos e intenta apurar el juicio”, señaló Schumer, que calificó las normas propuestas de “desgracia nacional”.

Casi con toda seguridad, las primeras jornadas del juicio político estarán marcadas por mociones de procedimiento en la cámara alta, o probablemente a puerta cerrada, ya que los senadores deben abstenerse de hablar durante el proceso.

Este es apenas el tercer juicio político presidencial en la historia de Estados Unidos, y se produce a unas semanas del inicio de las primarias para las elecciones de 2020, con cuatro senadores demócratas que se postulan para la nominación de su partido apartados de la campaña.

Con Trump de viaje hacia una conferencia de líderes mundiales en Davos, Suiza, la Casa Blanca dio su beneplácito a la propuesta republicana para el juicio.

"Nos complace que el proyecto de resolución proteja el derecho del presidente a un juicio justo, y esperamos presentar una enérgica defensa de los hechos y procesos tan pronto como sea posible, y buscar una absolución tan pronto como sea posible”, dijo el director de asuntos legislativos de la Casa Blanca, Eric Ueland.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, tampoco estará en el país para el inicio del proceso ya que encabeza una delegación del Congreso que viaja a Polonia e Israel para conmemorar el 75to aniversario de la liberación de Auschwitz al final de la Segunda Guerra Mundial.

Los demócratas de la Cámara de Representantes acusaron al presidente republican de dos cargos

El mes pasado, la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, presentó cargos contra el presidente republicano por abuso de poder y obstrucción de las labores del Congreso luego de revelarse que presionó al presidente de Ucrania para investigar a su rival demócrata, el exvicepresidente Joe Biden.