Tras su paso por el Caribe, donde dejó 37 muertes directas, Irma provocó en Florida una de las mayores evacuaciones que se recuerde, con seis millones de personas que abandonaron las zonas costeras y se dirigieron hacia el norte del país.

Este enorme ciclón llegó a Estados Unidos convertido en categoría 4 y la ciudad de Miami, que se encontraba en su patrón de trayectoria del Centro Nacional de Huracanes (NHC), pero, gracias a un desvío hacia el oeste de última hora, la ciudad floridana evitó males mayores.

En cambio, Irma tocó tierra el 10 de septiembre de 2017 cerca de Cudjoe Key, en los Cayos de Florida, con vientos que rondaron los 215 kilómetros por hora (133 millas por hora), y siguió su recorrido por la costa noroeste de Florida, para luego cruzar la península y desplazarse hacia Georgia y Carolina del Sur.

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Sin embargo, Florida fue el más afectado por los vientos, marejadas, inundaciones, una veintena de tornados y apagones, que causaron al menos 77 muertes indirectas, entre ellas 12 en un centro de cuidado de adultos mayores en Hollywood, al norte de Miami, debido a la exposición al calor por falta de aire acondicionado.

Los Cayos de Florida, un rosario de islas en el extremo sur del estado, se llevaron la peor tajada de destrucción y todavía se recuperan del impacto, que dejó 1,200 viviendas totalmente destruidas y otras 3,000 significativamente dañadas.

La industria turística de los Cayos también se vio muy afectada y debió realizar grandes inversiones para revivir el motor de su economía, aunque ya se han recuperado, pues, según el Consejo de Turismo de la región, el inventario de alojamiento supera ya el 90 % de operaciones.

El estado de Florida también ha salido adelante en ese sentido, pese a la pérdida de unos 1.8 millones de visitantes debido a Irma.

No obstante, la recuperación ha sido más lenta para dueños de viviendas destruidas en el estado, donde sólo en el condado de Miami-Dade, el más poblado, unas 1,000 sufrieron daños importantes, y docenas de miles de afectados aún esperan de sus seguros el dinero para hacer reparaciones.

A los pocos días del paso de Irma, Florida además comenzó a recibir a miles de puertorriqueños desplazados por el huracán María -que devastó la isla y dejó 2,975 muertos- que todavía requieren de asistencia.

Y mientras todavía se mantienen los efectos del paso de Irma en EE.UU., Florida ya sufre las consecuencias de Florence, que ha causado ya la muerte por ahogamiento a un hombre y heridas a varias más debido al fuerte oleaje y la intensa resaca marina en las playas del condado de Volusia (costa central este del estado).

Florence, con vientos máximos sostenidos de 105 millas por hora (165 kilómetros por hora), sigue aproximándose a las Carolinas, adonde podría llegar como huracán de categoría mayor (3 o 4) entre la noche del jueves y madrugada del viernes próximos, según un probable patrón de trayectoria del NHC.