Agentes federales lanzan redada migratoria en Nueva Orleans
El objetivo es realizar la mayor cantidad de arrestos posible durante al menos 60 días.

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Nueva Orleans. Agentes federales comenzaron a patrullar las calles de Nueva Orleans el miércoles como parte de la ofensiva de la administración Trump contra la inmigración en Estados Unidos, buscando detener a inmigrantes acusados de crímenes violentos, dijeron las autoridades.
El objetivo de la operación es capturar a inmigrantes que fueron liberados después de sus arrestos por delitos como invasión de hogar, robo a mano armada y violación, declaró la subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, en un comunicado.
Los federales han llegado a ciudades grandes y pueblos pequeños en todo el país desde enero para poner en marcha la agresiva agenda de deportación masiva del presidente republicano Donald Trump.
Ha habido redadas en ciudades como Chicago y Charlotte, Carolina del Norte. Se espera otra operación en los próximos días en Minnesota, dirigida a inmigrantes somalíes. Las redadas han sido recibidas con protestas y demandas.
Hay más de 200 agentes de los servicios de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) trabajando en la operación de Nueva Orleans, según un funcionario federal que no estaba autorizado a discutir el asunto públicamente. El objetivo es realizar la mayor cantidad de arrestos posible durante al menos 60 días.
El operativo se llama “Catahoula Crunch”, de acuerdo con el patrón del Departamento de Seguridad Nacional de asignar a las redadas nombres específicos de la región. Documentos de planificación obtenidos por The Associated Press se refería a la operación de Luisiana como “Swamp Sweep” (barrido de pantano). El perro leopardo Catahoula es el can oficial del estado de Luisiana.
La comunidad inmigrante se prepara
El miedo y la incertidumbre han pesado mucho en la comunidad inmigrante en Nueva Orleans, una ciudad conocida como la cuna del jazz en Estados Unidos y por sus celebraciones de Mardi Gras y su rica mezcla de culturas francesa, española, africana y nativa.
Un testigo vio a agentes federales perseguir y arrestar a personas en el estacionamiento de una tienda de mejoras para el hogar el miércoles por la mañana. “Intentaron cruzar la calle corriendo, pero los atraparon”, dijo Jody Styles, quien estaba en una gasolinera cerca de Lowe’s cuando los llegaron los agentes.
Algunos negocios en áreas con alta población hispana han cerrado, diciendo que permanecerán así hasta que termine la operación. Otros negocios tienen letreros en sus puertas prohibiendo la entrada a agentes federales de inmigración.
En la puerta de Los Hondureños, un restaurante en la cercana Kenner, había una nota escrita a mano diciendo que cerraba hasta nuevo aviso. Terminaba: “Thank you, The Hondurans”.
Hace 20 años, Nueva Orleans dependía de miles de trabajadores latinos que ayudaron a reconstruir después del huracán Katrina. Pero no ha escapado a las crecientes tensiones sobre la inmigración.
A principios de esta semana, decenas de personas salieron a las calles, a pesar de la lluvia y las bajas temperaturas, para protestar contra la inminente represión. El martes, más de 200 personas llenaron una iglesia local para recibir capacitación sobre sus derechos legales y cómo registrar de manera segura la actividad de los federales de inmigración, incluidos los arrestos anticipados.
Algunos abogados de inmigración dicen que han sido inundados con llamadas de personas que intentan prepararse para la represión federal.
A medida que comenzaba la operación, la gente acudía a las redes sociales, publicando en grupos de vecindario sobre la represión, incluidas fotos y direcciones de posibles avistamientos. Algunos intentaban desesperadamente descifrar qué información era precisa.
Políticas santuario bajo fuego
El gobernador de Luisiana, el republicano Jeff Landry, ha señalado delitos en los que el estatus migratorio del sospechoso está en duda, como el asesinato de un guía turístico del Barrio Francés por un grupo que incluía a un hondureño que ingresó ilegalmente al país.
La administración Trump también ha apuntado a las políticas de inmigración de la ciudad.
“Las políticas santuario ponen en peligro a las comunidades estadounidenses al liberar a extranjeros criminales ilegales y obligar a las fuerzas de Seguridad Nacional a arriesgar sus vidas para remover a criminales ilegales que nunca debieron haber sido puestos de nuevo en las calles”, afirmó McLaughlin.
La secretaria de Justicia, Pam Bondi, ha acusado a Nueva Orleans de incumplir con las leyes migratorias federales. El Departamento de Justicia incluye a Nueva Orleans en una lista de 18 ciudades consideras santuario porque ayudan a inmigrantes sin estatus legal.
Las autoridades niegan que las políticas de la ciudad obstaculicen las leyes migratorias. La jefa de policía de la ciudad, Anne Kirkpatrick, considera que las leyes migratorias son un asunto civil fuera de su jurisdicción.
“Va a continuar hasta que los saquemos a todos de la calle”
Luisiana se ha preparado durante semanas para las redadas. El gobernador, un aliado de Trump que busca alinear la política estatal con la agenda de migratoria de la Casa Blanca, dijo el miércoles que el operativo se enfocará en “lo peor de lo peor, extranjeros criminales ilegales que han violado la ley”.
“Comenzó hoy y va a continuar hasta que los saquemos a todos de la calle”, aseguró Landry durante una entrevista en el programa de radio Walton & Johnson.
Además del despliegue de agentes federales de inmigración, Landry dijo que espera que miembros de la Guardia Nacional lleguen a Nueva Orleans antes de Navidad para unirse a los esfuerzos para combatir el crimen.
Los planes de la operación mostraban que los agentes fronterizos tenían la intención de mantenerla varios meses en el sureste de Luisiana y en Mississippi.
Se espera que el despliegue, que tiene como objetivo arrestar a 5,000 personas, sea liderado por la Patrulla Fronteriza, cuyos agentes han sido objeto de escrutinio por sus tácticas agresivas en otras ciudades, incluidas Chicago y Los Ángeles.
La Policía Estatal de Luisiana y del FBI local trabajarán juntos para proteger a los agentes federales y detener los intentos impedir las redadas, anunciaron ambas agencias.

