Montgomery, Alabama. La gobernadora republicana de Alabama, Kay Ivey, firmó ayer, miércoles, la ley sobre aborto más estricta de la nación, que penaliza la interrupción del embarazo en casi todos los casos.

“Para los muchos partidarios de la medida, esta ley representa un poderoso testimonio de la creencia profundamente arraigada de los alabamianos de que toda vida es valiosa y que toda vida es un regalo de Dios”, dijo la gobernadora en un comunicado.

La medida tipifica el aborto en cualquier etapa del embarazo como delito grave punible con entre 10 y 99 años de cárcel o prisión perpetua a quien efectúe el aborto, pero no a la mujer a la que se lo hayan practicado.

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La única excepción en la ley es si el embarazo representa un peligro grave para la salud de la embarazada. No incluye dispensas para casos de violación o incesto.

“Simplemente desdeña a las mujeres y al valor de las mujeres y su voz. Hemos vuelto a silenciar a las mujeres en un asunto muy personal”, dijo la senadora estatal Linda Coleman-Madison.

Coleman-Madison dijo que espera que la medida despierte a “un gigante dormido” de mujeres en el estado.

Sin embargo, el encuestador republicano Chris Kratzer señaló que no hay ningún distrito del Congreso y probablemente ningún distrito legislativo con suficientes votantes indecisos para que los republicanos enfrenten un verdadero riesgo en el estado.

“Las personas que están indignadas por esto no son personas que eligen a estos individuos, en general, específicamente cuando estamos hablando de las primarias”, comentó.

Ivey reconoció el miércoles que la medida podría ser inaplicable en el corto plazo.

Kentucky, Mississippi, Ohio y Georgia aprobaron recientemente prohibiciones al aborto una vez que se detecte un latido fetal, que puede ocurrir alrededor de la sexta semana de embarazo. La ley de Alabama va más lejos al buscar la prohibición total del aborto.

Los defensores de los derechos al aborto prometieron una pronta acción legal.