DES MOINES, Iowa, EE.UU. La carne no va a desaparecer de los supermercados debido al contagio de coronavirus entre los trabajadores de los mataderos de Estados Unidos. Pero mientras las procesadoras batallan para seguir abiertas, es posible que los consumidores tengan menos opciones y precios ligeramente más altos.

¿Lechón en Navidad?

Los líderes de la industria reconocen que la cadena de alimentos de Estados Unidos rara vez ha estado tan tensa y que nadie está seguro respecto al futuro, incluso al tiempo que tratan de disipar dudas sobre escasez.

Una oportunidad para el productor boricua

El domingo, Tyson Foods publicó un documento de página entera en The New York Times y otros diarios señalando la dificultad de producir carne mientras cuida la salud de más de 100,000 trabajadores y cierra algunas de sus plantas.

“Esto significa una cosa: la cadena de alimentos es vulnerable”, destacó el comunicado. “Al tiempo que las plantas de puerco, res y pollo se ven obligadas a cerrar, incluso por breves periodos, millones de libras de carne desaparecerán de la cadena de suministros”.

Gary Mickelson, vocero de la compañía, dijo que la familia Tyson pensó que era importante explicar su punto de vista.

“La carta exhorta a líderes del gobierno a unirse para hacerle frente a los desafíos de la cadena de suministros alimenticios”, aseveró Mickelson. “Vamos a tomar un enfoque proactivo para equilibrar la seguridad y la producción al actuar enérgicamente en la realización de pruebas y cierre de plantas cuando sean necesarios”.

El COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus, ha contagiado a cientos de trabajadores en plantas procesadoras de carne y ha obligado a algunas de las más grandes a cerrar y a otras a disminuir su producción.

En la mayoría de la gente, el coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. En algunas personas, sobre todos los adultos mayores y las que padecen trastornos de salud subyacentes, puede provocar enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte. La mayoría de la gente se recupera.