La alianza de defensa que Estados Unidos, Reino Unido y Australia suscribieron en 2021 para contrarrestar a China en el Indopacífico (AUKUS, siguiendo las iniciales de cada país en inglés) ha estado en el punto de mira en el G7 tras el anuncio de su revisión por parte de Washington.

De acuerdo con lo expresado por el primer ministro británico, Keir Starmer, tras una reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump, en la que hablaron de AUKUS, la alianza trilateral no debería verse debilitada por la revisión iniciada por EE.UU.

El pasado miércoles, el diario Financial Times adelantó lo que más tarde confirmaron fuentes del Pentágono a otros medios de comunicación: el pacto AUKUS está bajo revisión del Gobierno de Trump para determinar si esta alianza impulsada por la Administración del exmandatario Joe Biden está alineada con la agenda “América Primero” del actual líder.

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¿En qué consiste el AUKUS?

Washington, Londres y Camberra se aliaron hace cuatro años por la seguridad del Indopacífico con vistas a contener a Pekín en la región, mediante la cooperación trilateral en tecnologías de defensa avanzadas, como sistemas submarinos y vigilancia de larga distancia.

Entre las aspiraciones de Pekín en el Indopacífico figura controlar casi por completo el mar de China Meridional, donde ha intensificado sus enfrentamientos con Filipinas, y la “reunificación nacional” con Taiwán, gobernado de forma autónoma desde 1949, aunque China lo considera “parte inalienable” de su territorio.

¿Qué importancia tiene?

El punto clave del pacto es la adquisición por parte de Australia de submarinos “armados convencionalmente” pero “potenciados por reactores nucleares”, desarrollados en el país austral con tecnología y conocimientos estadounidenses y británicos.

La Marina Real Australiana contaría con submarinos de propulsión nuclear en un plazo de 30 años desde que fuera suscrito el acuerdo.

Si bien su coste es elevado, este tipo de submarinos permite a las Armadas operar con menor probabilidad de ser descubiertas y durante dilatados periodos de tiempo, debido a que la frecuencia con que requieren ser repostados es inferior a la de modelos convencionales como los diésel-eléctricos.

Los submarinos de propulsión nuclear australianos no necesitarán reabastecerse de combustible durante su vida útil, según el documento del Ministerio de Defensa del país austral sobre AUKUS.

Hasta la creación de esta triple alianza, Washington únicamente había compartido su ‘know how’ en la materia con Londres, lo que llevó a expertos a calificar de “histórico” el pacto.

Crisis diplomática con Francia

La creación de AUKUS supuso que Australia detuviera un acuerdo con Francia de 50,000 millones de dólares australianos (28,113 millones de euros) para fabricar más de una decena de submarinos de propulsión nuclear de diseño galo.

La cancelación del contrato originó una crisis diplomática entre ambas y París retiró a sus embajadores en Washington y Camberra.

Mientras Trump revisa, Australia busca socios

La revisión por parte de Washington se produce en un momento en el que Camberra se ha comprometido a empezar a trabajar “inmediatamente” un acuerdo en defensa y seguridad con la Unión Europea (UE).

Dicho acuerdo empezó a fraguarse a finales de abril en un encuentro en Roma entre el primer ministro australiano, Anthony Albanese, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.