Washington. Están moviendo cielo y tierra.

Las autoridades de Estados Unidos están movilizando imponentes recursos para esclarecer los atentados ocurridos el lunes en Boston, los primeros en suelo estadounidense desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, y que han conmocionado al país.

El presidente estadounidense, Barack Obama, calificó ayer de “acto de terror” los atentados que dejaron a tres personas muertas y más de 170 heridas.

“La Oficina Federal de Investigaciones investiga esto como un acto de terror. Lo que no sabemos es quién lo llevó a cabo, no sabemos si fue un grupo extranjero o interior, o si fue la acción de un individuo”, afirmó Obama en una declaración al país desde la Casa Blanca.

“Seguimos movilizando y desplegando todos los recursos policiales apropiados para la protección de nuestros ciudadanos, y en la investigación y respuesta a este ataque”, añadió el presidente, quien ayer ordenó izar a media asta la bandera en la Casa Blanca.

“Este fue un acto despreciable y cobarde”, continuó Obama. “Cada vez que se usan bombas para atacar a civiles inocentes, es un acto de terror”.

La avenida Boyslton donde se produjeron los atentados es esta mañana una "escena de crimen" enorme.

“Lo que no sabemos todavía es quién llevó a cabo este ataque o por qué, no sabemos si fue planificado y ejecutado por una organización terrorista, extranjera o doméstica, o si fue el acto de un individuo”, dijo Obama. “Pero vamos a averiguarlo. Encontraremos a quien atacó a nuestros ciudadanos y lo juzgaremos”.

El presidente dijo que “el pueblo estadounidense no se deja aterrorizar, y lo que el mundo vio el lunes, tras las explosiones, fueron las historias de heroísmo, de generosidad (...), los maratonistas agotados que siguieron corriendo a los hospitales para ofrecer sangre a los heridos, los que corrieron para atender a los heridos”.

“En los próximos días haremos todos los esfuerzos para aclarar lo ocurrido, y seguiremos vigilantes”, continuó el presidente. “Este es un buen momento para que todos recordemos que todos tenemos una responsabilidad de alertar a las autoridades”, señaló.

Sin sospechosos

Hasta el momento, no hay detenidos ni sospechosos y las autoridades no se han atrevido, al menos oficialmente, a calificar el suceso de “ataque terrorista”, aunque todo indica que las explosiones son la expresión indudable de un “acto de terror”.

Según las primeras averiguaciones, las bombas utilizadas fueron pequeños artefactos, pero mientras no se determine el tipo de explosivo usado, no se dilucidará si el ataque fue obra de algún individuo, grupo autóctono o de una organización extranjera.

Los atentados se producen en un momento en el que los estadounidenses están inmersos en un debate sobre el control de las armas de fuego tras la matanza ocurrida a mediados de diciembre en la escuela elemental de Newtown, Connecticut, en la que perecieron una veintena de niños y varios de sus profesores acribillados a balazos por un joven desequilibrado que terminó suicidándose.