Miami. Autoridades en Carolina del Norte acusaron al arribo de la Patrulla Fronteriza este sábado de crear “miedo innecesario” entre migrantes, en medio de arrestos y protestas ciudadanas por estos crecientes operativos de la Administración del presidente Donald Trump.

El Ayuntamiento de Charlotte, la mayor ciudad del estado, y el Condado de Mecklenburg cuestionaron -en un pronunciamiento conjunto- la llegada de la Patrulla Fronteriza, tras trascender el viernes que la Administración Trump enviaría a estos agentes migratorios a zonas lideradas por demócratas, como esta y Nueva Orleans, en Luisiana.

“Las operaciones están causando miedo innecesario e incertidumbre en nuestra comunidad, pues operativos recientes en otras ciudades han resultado en la detención de personas sin historial criminal y en protestas violentas como resultado de las acciones injustificadas”, indicó el comunicado.

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La declaración se produce en medio de reportes de la prensa sobre el inicio de arrestos migratorios de la Patrulla Fronteriza en Charlotte, donde viven cerca de un millón de inmigrantes, de ellos más de una quinta parte son mexicanos, según datos del American Immigration Council.

Los operativos migratorios motivaron una protesta este sábado de decenas de manifestantes en el parque First Ward, por lo que las autoridades locales pidieron hacerlo de manera pacífica, aunque enfatizaron su compromiso con la diversidad.

“Somos inquebrantables en nuestro compromiso por una comunidad segura y acogedora donde todos puedan crecer y prosperar. Es crítico que todos los residentes se sientan seguros en nuestra comunidad y que sepan que pueden vivir sus vidas sin miedo a caminar por la calle, ir a la escuela o trabajar en una tienda”, señalaron las autoridades locales.

Los agentes fronterizos han estado presentes en las ofensivas desatadas por la Casa Blanca en Los Ángeles, en junio, y Chicago, en septiembre, que dejaron centenares de detenidos y quejas entre los activistas por el uso de fuerza excesiva en los operativos, en donde han disparado a varias personas.

Estados Unidos deportó a cerca de 400,000 migrantes en los primeros 250 días de la segunda Administración Trump, que comenzó el pasado 20 de enero con la promesa de la mayor deportación de la historia, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que prevé la expulsión de 600,000 en el primer año de gestión.