Un jet fletado para personal militar en el que viajaban 143 ocupantes golpeó y rebotó contra el suelo en su aterrizaje, se salió de la pista tras un viraje brusco y terminó en un río en la Estación Aérea Naval de Jacksonville, pese al intento del piloto para controlarlo en medio de rayos y truenos durante una tormenta eléctrica.

Los pasajeros del Boeing 737 vivieron momentos de caos y terror debido a las sacudidas; se desplegaron las mascarillas de oxígeno y se abrieron los compartimientos superiores en la cabina, arrojando su contenido.

Las autoridades dijeron que todos los ocupantes resultaron ilesos el viernes en la noche; subieron a las alas y esperaron a que los rescataran. Únicamente un bebé de tres meses de edad fue hospitalizado como manera preventiva.

“Creo que es un milagro”, dijo el capitán Michael Connor, comandante en jefe de la base, horas después del incidente. “Podríamos estar hablando de una historia completamente distinta”.

La Junta nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB por sus siglas en inglés) envió el sábado un equipo de investigadores al lugar del incidente en el río St. Johns en el norte de Florida, donde la aeronave continuaba parcialmente sumergida en aguas poco profundas y ya sin el cono de la nariz, que aparentemente perdió debido al impacto. Dos gatos y un perro mascotas continuaban en el avión y de momento se desconocía su estado.

Elementos de rescate inspeccionaron el área de carga del avión después de caer al río y no encontraron fisuras ni escucharon ruidos de animales. Volvieron más tarde pero no encontraron contenedores de mascotas en la superficie del agua, comentó Connor.

Miembros del equipo de 16 personas de la NTSB recuperaron la grabadora de datos de vuelo de la aeronave.

Los investigadores examinarán el avión, y los factores ambientales y humanos para intentar descubrir cómo es que la aeronave terminó en el río.

La aeronave despegó el viernes de la base militar de Estados Unidos en Cuba con 136 pasajeros y siete miembros de la tripulación. El avión fletado de manera regular por Miami Air International, que tiene muchos contratos militares, incluidos vuelos semanales entre la Estación Naval de la Bahía de Guantánamo, en Cuba, y la estación aérea de Jacksonville, y la Base Andrews de la Fuerza Aérea en Maryland. La compañía no respondió de momento los mensajes de The Associated Press.