Los Ángeles. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ganó el martes las primarias del Partido Demócrata en Nevada, un estado que presenció cómo la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, fracasaba en la versión republicana de estas votaciones a la que no concurría el expresidente Donald Trump.

Con el 70% de las papeletas escrutadas, el mandatario estadounidense se impuso con el 89.6% de los sufragios, mientras que la autora de libros de autoayuda Marianne Williamson se quedó en un 2.7%, según las proyecciones de los diarios The New York Times y The Washington Post.

Después de conocer su triunfo, Biden aprovechó para cargar contra Trump, su más que probable rival en las urnas en noviembre, a través de un comunicado.

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“Estados Unidos se construyó sobre una idea: la idea de que todas las mujeres y los hombres son iguales (...) Pero esta promesa (...) nunca ha estado en mayor riesgo que ahora. Donald Trump está tratando de dividirnos, no de unirnos; y arrastrarnos al pasado, distanciándonos de un futuro prometedor”, sentenció.

La amplia ventaja de Biden sobre sus oponentes llevó a los medios de comunicación estadounidenses, equipados con tecnología para estimar resultados electorales, a anunciar sus proyecciones apenas hora y cuarenta minutos después del cierre de los centros de votación.

La victoria en Nevada permitiría a Biden obtener los 36 delegados que asigna ese estado. Para ser proclamado oficialmente como el candidato presidencial demócrata necesita unos 2,000 delegados.

En el caso de Haley, aproximadamente quince minutos después de que se certificara la victoria de Biden, ambas cabeceras confirmaron que los votantes republicanos entregaron a la opción de ‘ninguno de los candidatos’ un 61.8% de los apoyos y el 31.6% a la también exgobernadora de Carolina del Sur, de acuerdo a un escrutinio del 62%.

La sombra de Trump eclipsa las primarias republicanas

El nombre de Trump no figuraba en las papeletas de las primarias republicanas porque se presentará en una contienda separada bajo el formato de ‘caucus’ este mismo jueves y, presumiblemente, le granjeará los 26 delegados que se disputan en el conocido como Estado Plateado.

Los republicanos apostaron por dos modelos en Nevada: primarias este martes y solo dos días después los ‘caucus’, que son una especie de asambleas en las cuales los votantes deben acudir a una hora precisa para votar por su candidato.

Durante décadas, Nevada celebró ‘caucus’. Sin embargo, como esas citas solían provocar cierto caos, los legisladores estatales aprobaron en 2021 una ley que abandonaba ese modelo de votación y establecía que las autoridades estatales debían organizar primarias cuando hubiera más de un candidato.

Pero esta ley no especificaba cómo el Partido Republicano asignaría al ganador los 26 delegados de Nevada, así que, aprovechando ese vacío legal, Trump presionó al Partido Republicano de Nevada para que ignorara la ley estatal y siguiera con su tradición de ‘caucus’.

“Una mala noche para Nikki Haley. Perdiendo por casi 30 puntos en Nevada contra ‘Ninguno de Estos Candidatos’. ¡Cuidado, pronto reclamará la victoria!”, expresó Trump en la plataforma Truth Social durante el escrutinio.

Haley no podía competir tanto en las primarias como en los ‘caucus’ porque se estableció que los candidatos debían elegir entre uno u otro, mientras miembros de su propio partido instaba días atrás a lo votantes a que mercaran la casilla de ‘ninguno de los candidatos’ para frenarla casi por completo en su pugna con Trump.

Nevada, un estado clave para las elecciones de noviembre

En Nevada, alrededor de 2.3 millones de votantes se registraron para votar. De este total, el 31% son demócratas, el 28% son republicanos y el 34% son independientes, según datos oficiales.

Se trata de uno de los conocidos como estados bisagra en los que los candidatos del Partido Republicano y del Partido Demócrata cuentan con un apoyo similar, por lo que son considerados claves para el resultado de las elecciones presidenciales.

Biden llegaba a las primarias demócratas de este martes después de su rotundo triunfo en las primarias de Carolina del Sur, mientras que Trump está a punto de hacerse con la nominación presidencial republicana tras sus victorias consecutivas en Iowa, Nuevo Hampshire y casi seguro en Nevada.