Un hombre condenado por secuestrar a una mujer de una oficina de seguros en la región del Panhandle de Florida y asesinarla será ejecutado la noche del martes.

Kayle Bates, de 67 años, recibirá una inyección letal a las 6 p.m. en la Prisión Estatal de Florida, cerca de Starke, bajo una orden de ejecución firmada por el gobernador republicano Ron DeSantis. Será la décima ejecución en Florida en lo que va de 2025, lo que amplía aún más el récord estatal de ejecuciones en un solo año. Otras dos están programadas para el próximo mes.

Desde que la Corte Suprema de EE. UU. restableció la pena de muerte en 1976, el mayor número de ejecuciones en Florida en un solo año había sido ocho, en 2014. En lo que va del año, Florida ha ejecutado a más personas que cualquier otro estado, mientras que Texas y Carolina del Sur comparten el segundo lugar con cuatro ejecuciones cada uno.

Bates fue condenado por asesinato en primer grado, secuestro, robo a mano armada e intento de agresión sexual por el asesinato de Janet White, ocurrido el 14 de junio de 1982 en el condado de Bay, en la región del Panhandle de Florida.

Según documentos judiciales, Bates secuestró a White de la oficina de seguros donde ella trabajaba, la llevó a un bosque detrás del edificio, intentó violarla, la apuñaló hasta matarla y le arrancó un anillo de diamantes de uno de los dedos.

Los abogados de Bates presentaron apelaciones ante la Corte Suprema de Florida y la Corte Suprema de Estados Unidos, además de una demanda federal en la que alegan que el proceso del gobernador DeSantis para firmar órdenes de ejecución es discriminatorio.

La demanda federal fue desestimada el martes pasado, luego de que el juez encontrara problemas en el análisis estadístico presentado. El tribunal concluyó que, incluso si las cifras fueran correctas, no demostrarían necesariamente discriminación.

Ese mismo día, la Corte Suprema de Florida rechazó las reclamaciones pendientes de Bates, entre ellas, argumentos de que no se consideraron adecuadamente las pruebas de daño cerebral orgánico durante su segunda fase de sentencia. El tribunal dictaminó que Bates ha tenido tres décadas para presentar esos argumentos.