Oregón. Un hombre que se hizo pasar por agente de policía encubierto secuestró a una mujer en Seattle, la condujo cientos de kilómetros hasta su casa en Oregón y la encerró en una celda improvisada de bloques de hormigón, de la que escapó con las manos ensangrentadas tras romper la puerta para escapar, informó el miércoles el FBI.

El hombre enfrenta ahora a cargos federales, y las autoridades dijeron que están buscando víctimas adicionales después de vincularlo a agresiones sexuales en al menos cuatro estados más.

“Esta mujer fue secuestrada, encadenada, agredida sexualmente y encerrada en una celda de bloques de hormigón”, dijo Stephanie Shark, agente especial adjunta a cargo de la oficina del FBI en Portland, en un comunicado de prensa. “Su rapidez mental y su voluntad de sobrevivir pueden haber salvado a otras mujeres de una pesadilla similar”.

Después de que la mujer escapara de su casa en Klamath Falls, Negasi Zuberi, de 29 años, huyó de la ciudad del sur de Oregón, de unos 22.000 habitantes, pero fue detenido por las autoridades locales en Reno, Nevada, según informó el FBI. Se le acusa de secuestro interestatal.

Según el FBI, Zuberi también se hacía llamar Sakima, Justin Hyche y Justin Kouassi, y ha vivido en múltiples estados desde 2016, posiblemente incluyendo California, Washington, Oregón, Colorado, Utah, Florida, Nueva York, Nueva Jersey, Alabama y Nevada.

Según una denuncia penal presentada ante el Tribunal de Federal en Oregón, Zuberi contacto a la mujer, identificada únicamente como Víctima Adulta 1, en la Avenida Aurora de Seattle, una zona conocida frecuentada por trabajadoras sexuales y le solicitó sus servicios. Después, le dijo que era un agente encubierto, le mostró una placa, le apuntó con una pistola eléctrica y le puso las esposas y los grilletes antes de meterla en la parte trasera de su vehículo, según la denuncia.

A continuación, condujo a la mujer hasta su casa en Oregón, deteniéndose por el camino para agredirla sexualmente, según la denuncia. Cuando llegaron, unas siete horas después de encontrarse con ella por primera vez en Seattle, la metió en una celda improvisada que había construido en su garaje -una celda de bloques de hormigón con una puerta de barrotes metálicos- y le dijo que se iba a hacer papeleo, según la denuncia.

La mujer “durmió brevemente y se despertó al darse cuenta de que probablemente moriría si no intentaba escapar”, dice la denuncia. Empezó a golpear la puerta y acabó abriéndola. Vio el vehículo de Zuberi aparcado en el garaje, lo abrió, cogió su pistola y se dio a la fuga, dejando sangre en una valla de madera que saltó para escapar, según la denuncia. Hizo señas a un conductor que pasaba por allí y éste llamó al 911.